Las últimas derrotas del FC Barcelona han abierto un nuevo cisma en el sino del vestuario blaugrana. De un tiempo a esta parte, los jugadores de Xavi Hernández no son capaces de generar buenas sensaciones en los partidos, con un juego muy lejos del nivel esperado para un equipo tan exigente en ese aspecto como lo es el Barça, donde no solo vale ganar, sino que hay que practicar un fútbol excelso. Una situación que está muy lejos de producirse a día de hoy, como se ha demostrado en los últimos enfrentamientos.
El Clásico, donde los blaugrana cayeron en el Lluís Companys ante el Real Madrid, fue el inicio del fin para los catalanes. A partir de ahí, Xavi no ha sido capaz de exprimir todo el jugo a sus futbolistas que han ido sacando los partidos hacia adelante, aunque dejando muchas dudas por el camino. El duelo ante el Shaktar, en la Champions League, fue otro de los puntos de inflexión que ha generado un nuevo problema en el FC Barcelona, con una derrota estrepitosa que ha dejado en el alambre a muchos futbolistas de la plantilla.
Lamine Yamal no tiene los minutos suficientes
En especial a un Lamine Yamal que con el tiempo ha ido perdiendo protagonismo en el 11 inicial del técnico egarense. Incomprensible. Tras debutar con los blaugrana al final de la pasada temporada, el internacional español ha emergido para convertirse en una de las estrellas del futuro, dejando claro que la edad es solo un número.
Es cierto que desde el cuerpo técnico tienen que ir con pies de plomo para no quemar demasiado rápido a un chaval, tiene 16 años, que promete ser uno de los mejores futbolistas del mundo en un futuro no muy lejano, sin embargo, ha ido desapareciendo en los planes de Xavi Hernández progresivamente y de manera incomprensible.
Son muchos los que piensan que, después de haber demostrado todo el potencial que atesora, necesita más minutos para seguir desarrollándose, además de ayudar a un Barça al que le falta desborde en los extremos. Precisamente, una característica que tiene Yamal, que se está viendo ensombrecido por Raphinha, el gran señalado por la afición y sus compañeros en esta pequeña crisis.
Raphinha y Deco los culpables
Lo cierto es que el brasileño nunca ha ejercido ese papel de estrella con el que se presuponía que llegaba cuando el Barça decidió abonar más de 60 millones al Leeds. El extremo no ha sido capaz de generar ese desequilibrio que tanto necesitan en la plantilla y que él debería ofrecer, sin embargo, sus actuaciones siempre han sido muy discretas.
Aun con todo, Xavi sigue apostando por él antes que por un Lamine Yamal que, desde su debut, no ha parado de dejar destellos y generar ocasiones de peligro para los suyos. Si bien podría entenderse que Xavi y su cuerpo técnico están cuidando del chaval, son muchos los que tachan a Raphinha de 'enchufado'.
Y es que el brasileño es de la cuerda de Deco, el nuevo director deportivo blaugrana, que antes fue el representante de Rapinha. Las malas lenguas aseguran que por esa misma razón le está ganando la partida a Lamine Yamal, a pesar de demostrar ser inferior al internacional español. Una situación que viene de lejos y que acabó con Ousmane Dembélé abandonando la disciplina blaugrana.