El partido ante el Girona volvió a dejar una evidencia que muchos en el Camp Nou llevan tiempo señalando: Frenkie de Jong es el alma de este Barcelona. El neerlandés, que comenzó en el banquillo para gestionar sus minutos, entró en la segunda mitad y transformó por completo el juego del equipo, aportando esa fluidez, criterio y calidad que tanto necesita el mediocampo blaugrana. Su asistencia para el tercer gol fue solo la guinda de una actuación que reafirma lo que jugadores como Lamine Yamal y Pedri ya saben: con De Jong en el centro, el Barça es otro equipo.

Desde su llegada en 2019, el internacional neerlandés ha demostrado ser un jugador único, capaz de conectar defensa y ataque con una naturalidad asombrosa. Su capacidad para romper líneas con sus carreras, filtrar pases entre líneas y mantener la posesión bajo presión lo convierten en un activo indispensable. Sin embargo, esta temporada ha vivido altibajos, entre lesiones y una adaptación al sistema de Hansi Flick que, poco a poco, está dando sus frutos.

Pedri Frenkie de Jong / Foto: EFE
Pedri Frenkie de Jong / Foto: EFE

El impacto de De Jong en el vestuario
No es solo su calidad futbolística lo que lo hace imprescindible. En el vestuario, De Jong es una figura respetada y querida. Jóvenes como Lamine Yamal han destacado en privado lo cómodos que se sienten cuando el neerlandés está en el campo, ya que les da seguridad y les facilita el juego. Pedri, por su parte, forma con él una simbiosis perfecta en el mediocampo, complementándose de manera natural: mientras el canario brilla en la creación, De Jong aporta equilibrio y progresión.

Ayer, su entrada en el segundo tiempo fue decisiva. El Barça pasó de jugar con dudas a dominar el encuentro con autoridad, y gran parte de ese mérito fue suyo. Con él en el campo, los delanteros reciben más y mejor balón, los extremos tienen más libertad para desequilibrar y el equipo mantiene un ritmo alto sin perder el control.

¿Por qué no es titular indiscutible?
La pregunta que muchos se hacen es clara: si De Jong es tan importante, ¿por qué Flick no lo alinea siempre desde el inicio? Las razones son varias. Por un lado, el técnico alemán quiere gestionar su físico para evitar lesiones, especialmente después de que el jugador arrastrara problemas musculares esta temporada. Por otro, el Barça tiene una plantilla muy competida en el centro del campo, con nombres como Gavi, Fermín López y el propio Eric Garcia, lo que obliga a rotaciones.

Frenkie de Jong / Foto: Europa Press
Frenkie de Jong / Foto: Europa Press

Pero tras su exhibición ante el Girona, la balanza parece inclinarse a su favor. Flick sabe que, en los partidos importantes, necesita a De Jong en el once. Su capacidad para elevar el nivel del equipo es incuestionable, y jugadores como Lamine Yamal o Pedri rinden más a su lado.

El futuro: De Jong como líder del proyecto
Con 27 años, Frenkie de Jong está en el momento perfecto para convertirse en el líder definitivo de este Barça. Su experiencia, su calidad técnica y su conexión con los jóvenes hacen de él un jugador clave no solo para el presente, sino también para el futuro.

Si el Barcelona quiere volver a competir al más alto nivel, necesita a De Jong en el centro del campo, semana tras semana. Y, como dejó claro ayer, sus compañeros ya lo piden a gritos. La pelota está ahora en el tejado de Flick, pero la respuesta parece obvia: Frenkie de Jong debe ser titular indiscutible en este equipo.