La cuenta atrás para la gran final de la Copa del Rey ya ha comenzado y en el vestuario del FC Barcelona hay dos jugadores que respiran ilusión, confianza y ganas de hacer historia: Lamine Yamal y Raphinha. Ambos están siendo piezas clave en el Barça de Flick esta temporada, y tienen un plan claro en mente: conquistar el título ante el Real Madrid y hacerlo siendo protagonistas.
Los extremos azulgranas se han convertido en un auténtico dolor de cabeza para las defensas rivales. La mezcla de juventud y desparpajo de Lamine, con la experiencia, verticalidad y pegada de Raphinha, han dotado al Barça de un poder ofensivo explosivo por las bandas. Y ante el Madrid, Flick sabe que necesita de su mejor versión.
Motivación por las nubes
Desde que se confirmó el pase a la final, tanto Lamine como Raphinha se han mentalizado para llegar a ese duelo en el mejor estado físico y anímico posible. Ambos están teniendo un gran final de temporada y se sienten preparados para asumir el protagonismo en una cita de máxima exigencia.
Fuentes del entorno del vestuario aseguran que la química entre ambos es total, y que incluso en los entrenamientos se ha intensificado la conexión, con jugadas ensayadas, movimientos coordinados y mucha complicidad. Raphinha, el veterano entre los dos, ha tomado a Lamine casi como un hermano menor, ayudándole en los pequeños detalles para rendir en partidos de alto voltaje como será el del sábado.
Un plan para desequilibrar
El Barça de Flick tiene muy clara su apuesta: velocidad por bandas, presión alta y mucha movilidad arriba. En ese esquema, tanto Lamine como Raphinha serán fundamentales. Con la ausencia de Lewandowski, los extremos asumirán todavía más responsabilidad ofensiva, y el técnico alemán está preparando un plan específico para potenciar sus virtudes.
Lamine Yamal, con su regate endiablado y su capacidad para generar ventajas desde la banda derecha, será un puñal para la defensa blanca. Por su parte, Raphinha, que ha llegado en plena forma al tramo decisivo del curso, partirá desde la izquierda, buscando diagonales hacia dentro para encontrar el disparo o asistir a Ferran Torres, quien apunta a ser el ‘9’ en la final.
El plan está trazado y los protagonistas lo saben. Lamine y Raphinha quieren ser determinantes, y los dos están convencidos de que el título se puede quedar en Barcelona si ejecutan bien lo trabajado durante la semana. Será una noche de detalles, de talento… y de personalidad.
La hora de la verdad
El Real Madrid llega a la final con muchas bajas, pero con la moral alta tras su clasificación europea. El Barça, por su parte, se aferra a su juventud, al talento emergente de Lamine y a la electricidad de Raphinha para marcar diferencias. Ambos saben que pueden hacer daño, y que esta final puede ser recordada como “la final de los extremos”.
Yamal y Raphinha ya tienen claro el objetivo. Ahora solo falta cumplir el plan.