Hace exactamente un año nadie esperaba que Lamine Yamal sería el jugador que es hoy. Y sobre todo que fuera tan importante en un equipo como el Barça a tan corta edad. En el once que la afición se imagina que puede tener Hansi Flick la próxima temporada todos apuestan por el de Rocafonda. Es un intocable y un titular fijo a sus 17 años recién cumplidos. Y eso trastoca los planes de algún jugador.
Es el caso de Raphinha. El brasileño fichó por el Barça procedente del Leeds con la idea de ser el titular de la banda derecha. Ya en la primera temporada con Dembélé le costó encontrar un hueco, y en la segunda ha surgido Lamine. Si bien es cierto que los números de Raphinha han sido buenos, el jugador está con la mosca detrás de la oreja.
No ve claro ser titular
Y es que Raphinha ve lo que hay. Y lo que hay es que un jugador de 17 años le ha quitado el puesto. A día de hoy nadie duda de que el extremo derecho del Barça es Lamine. Y eso puede suponer un problema para Raphinha.
El brasileño está encantado en Barcelona y en el club, pero también es cierto que quiere sentirse importante. A Raphinha no le gusta estar en el banquillo. Ya la temporada pasada se vio en más de una ocasión como no le hacía ninguna gracia ser sustituido. Es un jugador ambicioso y quiere sentir que Flick lo considera una pieza fundamental.
Pero lo cierto es que la competencia en el Barça es muy dura. Y más con la ‘Yamalmanía’ que se vive en la ciudad condal.
Tasado en 80 millones
Por su parte en el club saben que Raphinha es uno de esos jugadores por los que podrían llegar ofertas suculentas. De hecho desde Arabia ya se ha mostrado interés en el brasileño, pero el jugador no quiere marcharse a la liga saudí. Quiere seguir disfrutando en la élite y solo se plantearía una salida si llega una propuesta de la Premier League.
Joan Laporta y la dirección deportiva están contentos con Raphinha. Creen que puede aportar mucho como jugador de plantilla. Saben que no estará en el once titular, pero la temporada es larga y puede ser importante.
Aun así, en el club tienen claro que si llega una oferta de 80 millones de euros tendrán que pensárselo. Es el precio que han puesto a la salida de Raphinha, y son muchos dentro de la dirección deportiva que no descarten que una oferta de esa magnitud llegue durante el mes de agosto.
El jugador, por su parte, es consciente de los problemas económicos que atraviesa el club y que si llega una buena oferta les gustaría aceptarla. Él no se cierra la puerta a nada y quiere ver cómo son las primeras semanas con Flick y qué espera de él el técnico alemán. Es un caso que no está cerrado y que habrá que seguir muy de cerca durante el verano.