Sábado de clasificación en Singapur en el que Lando Norris ha certificado el dominio de McLaren para la decimoctava cita del campeonato de Fórmula 1. El coche papaya ya es el mejor de la parrilla y se llevó la pole sobre el asfalto de Marina Bay justo por delante de Max Verstappen, que suplió las carencias de su coche con una exhibición magistral al volante, y Lewis Hamilton. La gran decepción del sábado han sido los Ferrari, que fueron los dos peores coches de la Q3 después de que Carlos Sainz protagonizara un accidente. Las grandes sorpresas fueron la prematura eliminación de Sergio Pérez y el sexto y séptimo puesto conseguido por Hülkenberg y Alonso.
Norris quería confirmar el dominio de McLaren desde el principio
Nadie quería perder el tiempo en Singapur y los monoplazas no tardarían en salir a las calles de Marina Bay. Se apagaban las luces del semáforo y era el momento de brillar sobre una pista que ya había escogido a su favorito desde el inicio: Lando Norris. El inglés, que ya puede confirmar que tiene el coche más dominante, arrasaba en todos los sectores del circuito urbano sur asiático y se colocaba líder para el resto de la Q1. Por detrás, la sorpresa eran los dos Ferrari y George Russell.
El piloto de Mercedes, que había completado una excelente tercera sesión de entrenamientos libres, se peleaba con su coche en cada curva del circuito y terminaba explotando por radio. "Este coche no es el mismo de los libres 3, no tiene agarre", exclamaba el inglés muy enfadado, intercalando en sus declaraciones alguna palabra malsonante de esas que no le gustan a Ben Sulayem. Los italianos estuvieron contra las cuerdas hasta el final de la primera sesión con Carlos Sainz en riesgo de caer eliminado, pero el monoplaza rojo del 55 no fallaba y terminaba la primera sesión por delante de Ricciardo, Stroll, Gasly, Bottas y Zhou, eliminados.
La pelea de Max Verstappen con su monoplaza le puso contra las cuerdas
En días anteriores, Max Verstappen afirmaba que si no tienes la confianza en el coche, es muy difícil dominar sobre un circuito urbano. Y precisamente eso es lo que le faltó al neerlandés: confianza en su monoplaza. Como si se tratase de un potro salvaje, el coche del vigente campeón del mundo era indomable y Mad Max se peleaba con él en cada curva, corrigiendo en cada arcén y llegando a tocar los muros del circuito. Verstappen no estaba cómodo y se notaba. Era el peor de la sesión, pero no se rendiría.
Lejos de asustarse, el neerlandés agarraba el volante con fuerza, pisaba el acelerador arriesgando más que nunca y pintaba de morado el segundo sector para ponerse primero. Max no falla y demuestra que no le pondrá las cosas fáciles a los nuevos dominadores de la Fórmula 1. Mientras tanto, Fernando Alonso volvía a hacer magia y colaba su coche por delante de Checo Pérez, que venía de pelear el podio en Baku. El mexicano daba la sorpresa y caía eliminado junto a Albon, Colapinto, Magnussen y Ocon.
Sainz protagoniza una bandera roja en una Q3 desastrosa para Ferrari
Llegada la hora de la verdad, los gallos salían a pista para pelear por las posiciones privilegiadas de la parrilla. El toro de Verstappen y las papayas de Piastri y Norris se robaban mutuamente los morados del circuito, pero justo antes de cerrar la primera vuelta Sainz protagonizaba un accidente que traería consigo la bandera roja en Marina Bay. El madrileño, aún con las ruedas muy frías, perdía el control del coche en la vuelta de salida y trompeaba justo antes de irse de culo contra el muro. El 55 no podría repetir la gesta del año pasado y restarían 8 minutos de tiempo para que cualquiera de los otros nueve pilotos relevase a Sainz como poleman de Singapur.
Con poco margen para maniobrar, se encendían los motores en Marina Bay y los dos coches naranjas encabezaban la procesión de 9 monoplazas que se lo jugarían todo a una sola vuelta. Piastri era el encargado de marcar las primeras referencias y Norris de batirlas todas. Parecía que el 1-2 de McLaren estaba firmado, pero los campeones de la parrilla aún tenían que decir la última palabra: Verstappen minimizaba daños y le robaba la segunda plaza a los papayas, mientras que Hamilton daba la sorpresa y colaba su Mercedes en el último escalón del podio.
Por detrás, Hülkenberg firmaba un vueltón y conseguía una sorprendente sexta posición, justo por delante de un Alonso que volvió a hacer magia y mañana será séptimo. Los Ferrari fueron los dos grandes perdedores de la Q3: después del accidente de Sainz, Leclerc cerró una mala vuelta que, además, no fue válida por superar los límites de pista y confirmó que sus monoplazas serán los farolillos rojos de las posiciones privilegiadas de la parrilla. De esta forma, el orden para las primeras posiciones para la carrera de mañana será el siguiente: Norris (1), Verstappen (2), Hamilton (3), Rusell (4), Piastri (5), Hülkenberg (6), Alonso (7), Tsunoda (8), Leclerc (9) y Sainz (10).