El Barça se deja dos puntos en Gran Canaria (1-1). Los blaugrana empatan en el campo de la UD Las Palmas por culpa de un penalti inexistente y ven cómo su margen respecto al Atlético de Madrid, segundo, se reduce hasta los cinco puntos. El talento de Leo Messi no evita un tropiezo que anima una Liga que llegó a parecer sentenciada.

Messi contra la pereza

La cabeza de los culés estaba en el partido del domingo contra el Atlético. Los flashes de la semana no se los tenía que llevar el partido contra el Las Palmas, un equipo en descenso. Ernesto Valverde, sin embargo, no ha vacilado con un rival que invitaba a la relajación. Las cuatro tarjetas amarillas de Luis Suárez no alteraban el plan de un entrenador que lo volvía a fiar todo a su mayor certeza: Messi.

El Barça sabía que Paco Jémez le regalaría los espacios que otros equipos le niegan. El 4-4-2 se entregaba a un Messi que aparecía por las dos bandas y percutía la espalda de la defensa canaria. Sus conducciones rompían caderas y líneas, pero se ha centrado en el balón parado y ha vuelto a demostrar que tiene una relación especial con los lanzamientos de falta.

Contra el Girona reeditó el gol de Ronaldinho ante el Werder Bremen. Y hoy ha vuelto a exhibir un abanico de recursos sin final. El portero Chichizola ha conseguido desviar su primer disparo . Pero Messi no falla dos veces. Desde la misma posición, en la frontal del área, el '10' del Barça ha enviado un misil teledirigido al palo opuesto a la barrera que sólo ha podido parar la red. 0-1 con el piloto automático.

El genio de Messi daba tres puntos que mantenían la Liga intacta. Pero el Barça desprendía un aire de conformismo peligroso contra un rival que necesita puntuar para sobrevivir. El equipo concedía metros, pero no sufría en defensa por la inocencia del ataque del Las Palmas. Un segundo gol enterraba el partido. Y ha llegado teñido de amarillo.

Ganas de trascender

Mateu Lahoz, un árbitro con un afán de protagonismo sobradamente contrastado, le ha perdonado la expulsión a Chichizola y se ha inventado un penalti para poner al Barça contra las cuerdas. Unas manos involuntarias de Lucas Digne después de un rechace del palo han dado alas al Las Palmas. Ter Stegen no ha podido detener el disparo de Jonathan Calleri. A los blaugrana les quedaba lo más difícil: volver a conectarse contra un rival revolucionado.

Las piernas del Barça no respondían a su cabeza. La voluntad existía, pero siempre estaba acompañada de imprecisiones. Mateu ha contribuido a alimentar la incertidumbre de un partido que se empezaba a teñir de negro. Los canarios cambiaban su hoja de ruta y acumulaban todos los jugadores por detrás de la línea del medio del campo.

Philippe Coutinho, Ivan Rakitic, que llegaba a los 200 partidos, y Ousmane Dembélé han sido las alternativas de un Valverde que buscaba reactivar al equipo desde el banquillo. Los millones no han servido para cambiar una tendencia que se había enquistado. Los seis minutos de tiempo añadido han enfurecido a una grada que ha pasado de cantar el 'A por ellos' al 'Sí se puede'.

El Barça ha intentado buscar a Messi con desespero, pero el talento del '10' se ha perdido entre un montón de medias azules. Los blaugrana han sido incapaces de hacer nada para evitar un desenlace que parecía escrito en una segunda parte sin disparos a portería. Sin crear es muy difícil ganar. 

El empate se celebra en las islas y en Madrid. Y es que el Atlético llegará al Camp Nou un poco más cerca del líder.