El coronavirus trastocó los planes del mundo del fútbol pero los estropeó en Francia. Las competiciones deportivas finalizaron antes de tiempo y no se reanudaron tal como ha pasado, por ejemplo, en España. Y aunque se detuvo por prevención y por el control de la Covid-19, equipos como el PSG todavía tendrán que jugar la Champions en agosto. Por este motivo han vuelto a competir, con condiciones especiales y algún escándalo.
Primer amistoso entre Le Havre y PSG y goleada por 0-9 del conjunto parisino. Dos goles de Neymar, Sarabia e Icardi, y uno más de Mbappé, Gueye y Kalimuendo. Goleada sobre el césped, pero sensación diferente en las gradas, con 5.000 aficionados.
Debido a la prevención, medidas excepcionales contra la Covid-19. Si por toda Europa el fútbol es a puerta cerrada, en Francia no es así. Deporte al aire libre y hay menos restricciones. Pero distancia de seguridad.
La imagen anterior era de antes del partido: cada uno en su sitio y con el orden que toca. Así se veía el campo, medio vacío, y con la afición separada, pero ya no tanto durante el transcurso del partido.
Más público, más asientos llenos y menos espacio. E imagen lamentable cuando la cámara se acercaba. Distancia de seguridad... ¿seguro? Ni metro y medio ni nada.
Partido resuelto, partido disfrutado y, además, poca mascarilla en la grada. En Francia quisieron abolir las competiciones deportivas para no esparcir el virus, pero cuando vuelve lo hace con la afición presente y pocas medidas adecuadas. Veremos si el rebrote llega a través del fútbol.