En un momento en el cual el Barça ha vuelto a recobrar la ilusión, se recuerdan episodios del pasado que podrían haber cambiado la historia del club blaugrana. Y estos capítulos difíciles tienen que ver con Leo Messi, ya fuera de la entidad culé, y Ansu Fati, la actual joya de la corona del Barça.
Leo Messi, un líder sobre el césped y en el vestuario
Todo el mundo sabe que Messi mandaba mucho en el Barça. Un líder como el argentino sobre el césped, también lo era dentro del vestuario. Y seguramente más de lo que tendría que mandar con respecto al presidente de aquel momento, Josep Maria Bartomeu. Y se produjo una confrontación que podría haber cambiado la historia del club.
Desde la marcha de Messi del club blaugrana, que han cambiado las sinergias en la plantilla. Quien ahora manda es Gerard Piqué, pero también tienen mucha ascendencia sobre los jóvenes jugadores como Sergio Busquets o Jordi Alba. Ya es habitual que manden los veteranos. Pero hace un año hubo un conflicto que podría haber acabado muy mal.
Leo Messi hizo la cruz a Ansu Fati
Messi, líder del vestuario en aquel momento y poco después de su burofax para marcharse del Barça, se las tuvo con Ansu Fati, la gran promesa culé que llamaba a la puerta de la titularidad y con la posibilidad desbancar la determinación del argentino. El joven delantero blaugrana estaba representado por Rodrigo Messi, hermano del crack argentino, pero en el mes de agosto del 2020 separaron sus caminos y Ansu Fati decidió ceder su representación a la famosa agencia Gestifute, propiedad de Jorge Mendes.
Un cambio que Messi y su entorno consideraron como una traición, cosa que provocó la separación entre las dos figuras del Barça dentro del vestuario. Si Messi estaba siendo el padrino de Ansu Fati desde su llegada al primer equipo, aquel cambio de representante provocó una ruptura de esta relación.
Ya en su momento se explicó cómo Messi decidió aislar a Ansu Fati del vestuario y prácticamente le negó la palabra. Incluso, se llegó a pedir a Bartomeu que le facilitara la salida del club, pero el expresidente blaugrana se negó, se encaró y no quiso ni considerar esta opción. Finalmente, se confirma que fue uno de los pocos aciertos de Bartomeu.
Así pues, después de la marcha de Messi al PSG, Ansu Fati ha respirado, ha cogido su dorsal 10 y ha cogido el liderazgo del equipo sobre el césped. Muestra de eso fue su gol decisivo de este martes contra el Dinamo de Kiev. Ansu Fati es el nuevo salvador del Barça.