Leo Messi ha anunciado hoy en goal.com lo que hacía mucho tiempo que se palpaba entre bambalinas: que su relación con Josep Maria Bartomeu, el president del FC Barcelona, está totalmente rota. "El presidente no ha cumplido con su palabra", ha aseverado con rostro serio el de Rosario.

Es difícil encontrar el punto en el que la relación entre capitán y presidente se empezó a torcer. Ya en época de Sandro Rosell, a Messi no le hizo mucha gracia que se filtrara que él había decidido el fichaje del Tata Martino para dirigir al equipo, un hecho que jamás se produjo. Luego llegaría el supuesto veto al fichaje de Íñigo Martínez para no descontentar a Javier Mascherano, amigo del '10' azulgrana, o las informaciones que apuntaban a que Messi quería en su equipo a Di Maria o a Kun Agüero. Fueron rumores que no gustaron al 10, pero que tampoco le quitaban el sueño.

Messi y Bartomeu, hablando antes de un entrenamiento del Barça / Europa Press

El retorno de Neymar

El primer punto de fricción importante llegó el verano pasado, cuando Leo Messi fue cuestionado por altos cargos del FC Barcelona sobre un posible retorno al Camp Nou de Neymar. Con una plantilla cada vez menos competitiva, Messi respondió radiante, convencido de que con la vuelta de la MSN el Barça podría optar de nuevo a ganarlo todo. El Barça, sin embargo, no tardó en comprobar que el fichaje de Neymar requeriría de un esfuerzo al cual no llegarían jamás y, sea casual o no, en el entorno se empezó a deslizar que la vuelta del brasileño era una petición expresa de Messi, lo que indirectamente ponía en jaque el fichaje del año, Griezmann.

Neymar, cabizbajo, tras la derrota del PSG contra el Bayern de Munich en la final de la Champions de Lisboa / EFE

Aquello fue seguido de la retransmisión prácticamente en directo de las negociaciones del Barça con el PSG, en lo que pareció ser más una puesta en escena del club para aparentar que lo estaban dando todo que un interés real en forzar el retorno de Neymar. "Sinceramente, no sé si el Barça hizo todo lo posible para fichar a Neymar", remató Messi tras el cierre del mercado de fichajes.

El despido de Ernesto Valverde

Otro punto de fricción importante, quizá definitivo, fue el precipitado despido de Ernesto Valverde, un entrenador por el cual Messi tenía gran estima. El argentino, que tras la debacle de Anfield Road afirmó que la culpa había sido únicamente del equipo, nunca entendió que el txingurri fuera despedido tras caer en la supercopa de España en un partido contra el Atlético en el cual el Barça estuvo bastante bien. Dio la sensación que Josep Maria Bartomeu, presidente y vicepresidente deportivo del Barça, y Eric Abidal, secretario técnico, decidieron cargar todas las culpas sobre Valverde en lugar de asumir su parte de culpa.

Leo Messi y Ernesto Valverde, en una sesión del Barça / @leomessi

Dudas con el Barçagate

En una temporada plagada de polémicas, una de las más sonadas fue la del famoso Barçagate, destapado por la Cadena Ser, un supuesto entramado en redes sociales para que diferentes perfiles arremetieran contra figuras críticas con la junta directiva del FC Barcelona y contra algunos jugadores, entre ellos Leo Messi. "El presidente nos dijo lo mismo que hizo público. La verdad es que yo veo raro que pase una cosa así. Pero decían también que habría pruebas. La verdad, me pareció un tema raro", declaró al respecto Messi.

El prometido proyecto deportivo

"A día de hoy no nos da para ganar la Champions", afirmó Messi en febrero, en el que fue su enésima duda pública sobre el proyecto deportivo que estaba desarrollando Bartomeu. Cinco meses después, tras perder matemáticamente la Liga, Messi fue más allá. "Dije hace tiempo que si seguíamos así no nos daría para ganar la Champions, y no nos ha dado ni para la Liga. Tenemos que cambiar porque si no el partido contra el Nápoles lo vamos a perder. Somos un equipo muy irregular, muy débil. Nos crean muy fácil".

Y el obvio malestar sobre la falta de un proyecto ganador pese a las promesas de Bartomeu ha quedado definitivamente demostrado hoy, con una de las frases más rotundas de Messi: "Hace tiempo que no hay ni proyecto ni nada. Se van haciendo malabares y tapando agujeros".

Messi, tras la debacle de Anfield Road / EFE

La rebaja salarial, otro momento crítico

El último gran punto de fricción entre Bartomeu y Messi, que ya en marzo decidió romper las negociaciones para renovar, surgieron con la rebaja salarial de la plantilla por la crisis del coronavirus. Durante unos días, se filtró que la plantilla del Barça estaba poniendo trabas para llevar a cabo la rebaja salarial que estaban haciendo otros clubes, unos rumores que Messi zanjó por lo sano, denotando un tremendo enfado con Josep Maria Bartomeu: "No deja de sorprendernos que desde dentro del club hubiera quien tratara de ponernos bajo la lupa e intentara sumarnos presión para hacer algo que nosotros siempre tuvimos claro que haríamos".