La adaptación de Leo Messi al PSG no está siendo tan rápida y placentera como se podía imaginar en un principio. El argentino llegó a la capital francesa endiosado, con una presentación por todo lo alto en la Torre Eiffel y con la vitola de ser el futbolista que iba a llevar al macroproyecto de Nasser Al-Khelaïfi a la gloria europea.
Messi no está cómodo
Pero no está siendo un camino de rosas. Las cifras goleadoras del mejor jugador de la historia no son ni cercanas a las que tenía año tras año en Barcelona, y aunque su capacidad goleadora se ha visto más en la Champions, su equipo acabó pasando la fase de grupos en segundo lugar, por detrás del Manchester City.
Messi no acaba de sentirse bien en su nuevo club / EFE
Nadie pone en duda el talento de los parisinos, y es que por simple capacidad individual y de asociación entre cracks de la talla del propio Messi, Neymar, Mbappé, Verratti o Di María, los goles llegan solos, pero están lejos de parecer un equipo. En Champions, pese a estar en la terna de favoritos, pocos se atreven a ponerles por encima de equipos como el Bayern de Múnich, el Liverpool, el Manchester City, el Madrid o el Chelsea, vigente campeón.
El entrenador Mauricio Pochettino está muy discutido, tanto que el propietario del club tiene cerrado el fichaje de Zinedine Zidane para el banquillo. La idea es que asuma el cargo cuándo acabe la temporada, pero dependiendo de lo que pase en la eliminatoria de octavos de la Liga de Campeones entre PSG y Real Madrid podrían acelerarse los hechos.
Un fracaso europeo lo cambiaría todo
Y ese doble enfrentamiento con los blancos puede cambiar también los planes de Leo Messi, según explicó el Lobo Carrasco en el programa El Chiringuito de Jugones. "Si triunfa, que es ganar la Champions, puede alargar un año más. Pero si el PSG no gana, un año se le va a hacer muy largo", empezaba el discurso, antes de soltar el titular. Josep Pedrerol, el presentador, le preguntaba qué podría hacer Messi si no consiguiera levantar la Liga de Campeones, a lo que Carrasco decía. "Yo creo que Leo puede forzar una salida."
Pochettino está muy discutido en el banquillo del PSG / Europa Press
Pese a haber firmado dos años, a nadie se le escapa el poder de Messi, y si no quiere estar en un sitio, no va a estar. Si eso sucediera, el sueño de Xavi Hernández sería volver a reunirse con su excompañero y dirigirlo en su última etapa en el fútbol de élite.
Messi sigue molesto con Joan Laporta por como se dio su salida, pero también sabe que su familia adora Barcelona, y él también, y que tarde o temprano va a volver a vivir en Catalunya. El argentino tenía en mente que fuera en unos años más, pero si sigue sintiéndose frustrado en Francia todo puede pasar.