El entrenador y el capitán, una relación que en el fútbol es clave y que en el Barça no era ni mucho menos próxima ni buena. Quique Setién aterrizó en el banquillo blaugrana en el mes de enero, sustituyendo a Ernesto Valverde, un entrenador consolidado y que tenía el apoyo absoluto de los pesos pesados del vestuario. Pero el cántabro entró con el pie izquierdo, intentando cambiar los hábitos y el juego, y no ha acabado nada bien.
Reunión Messi-Setién
Eliminados de la Copa del Rey y con la Liga Santander perdida, ha llegado el punto de inflexión de una relación que tenía que encontrar un punto de unión. Leo Messi, el capitán, y Setién, el entrenador, se reunieron durante 30 minutos-1 hora el pasado sábado para resolver las diferencias existentes. Y no fue por el conflicto con Eder Sarabia. Según explica Catalunya Ràdio, el encuentro fue entre los dos, solos, a instancias de Quique Setién, y fue provechosa.
Messi aceptó la reunión y el argentino le explicó al técnico cómo veía al equipo, cómo lo veía a él como entrenador y qué quiso decir con las duras declaraciones después de perder contra el Osasuna. Y el '10' también le trasladó al entrenador blaugrana el que el pasado jueves, al acabar el penúltimo partido de Liga, se concluyó en otro encuentro en el vestuario del Camp Nou sólo de jugadores y sin técnicos: compromiso para cambiar la dinámica, sumar más actitud y mejorar la imagen para acabar bien la temporada.
La misma información apunta que Messi cree que Setién es un técnico orgulloso, que es distante con los jugadores y que tiene un concepto demasiado alto de su fútbol.
Bartomeu confía en Setién
La imagen futbolística parece que ya ha mejorado después de golear al Alavés en la última jornada de Liga y de unas declaraciones de Messi que llamaban a la calma. Además, Setién está tranquilo porque en la reunión que mantuvo con Josep Maria Bartomeu el pasado viernes recibió la confianza del presidente.
Setién está mucho más preocupado por el estado anímico de los jugadores que por la parte futbolística. Y el entrenador del Barça se ve capaz de revertir la situación y enfocar al equipo para ganar la Champions. Pero sólo hay un problema: Setién está decepcionado por el trato recibido, no por parte de los jugadores, sino por algunas personas que trabajan en torno al equipo.