Uno de los días más duros de la historia del Barça. Leo Messi se ha despedido del club de su vida entre lágrimas y en el Auditorio 1899 del Camp Nou lleno de compañeros, familia y amigos.

35 trofeos acompañaban al futbolista que ha cambiado la historia de este deporte. Unos títulos que han quedado en un segundo plano porque el protagonista ha sido Messi, que ha dicho adiós un una jornada llena de emociones.

"No estaba preparado"

Un discurso inicial sin preparar, porque "estaba bloqueado", ha asegurado Messi. "Esto es muy difícil para mí después de tantos años y toda la vida aquí", ha empezado diciendo, y ha afirmado que "ha sido el momento más duro de mi carrera deportiva". A diferencia del año pasado con el burofax, —ha confesado que sí estaba decidido a abandonar el club— esta vez "no estaba preparado".


Messi, muy emocionado en la primera parte de su discurso, con pañuelo blanco en la mano y con la voz rota, ha puesto punto y final a esta maravillosa etapa de 21 años como culé: "Esto ya no vuelve, es el final en este club y empieza una nueva historia".

Reiteradamente ha expresado tener "mucha tristeza" por haber llegado a este punto de no retorno. Además, ha añadido que "quería seguir aquí con mi familia" y que "nunca había imaginado marcharme de esta manera". Messi deseaba un Camp Nou lleno donde recibir una última ovación de los culés, pero no ha descartado poder volver para cerrar definitivamente este círculo que parece no quedar del todo cerrado.

Ahora bien, también ha mirado hacia el futuro y ha expresado que Barcelona es su casa: "Después de estar unos años fuera, volveremos. Es nuestra casa y así se lo prometí a mis hijos". Y añade que "llegué con 13 años y después de 21 me voy con mi mujer y con tres hijos catalanes-argentinos".


LaLiga es culpable

Mirando a los culpables de esta marcha, ha seguido el discurso del presidente Joan Laporta, asegurando que "no se ha podido por LaLiga, por la deuda del club y porque el club no se ha querido endeudar más". Messi reconoce que la renovación estaba hecha, con una rebaja del 50% de su sueldo, pero cuando le dijeron que no lo renovarían fue "un jarro de agua fría".

A pesar de señalar directamente a LaLiga, no ha querido decirle nada a Javier Tebas. Pero también ha enviado un mensaje indirecto al Barça: "No sé si el club ha hecho todo lo posible, yo sí que lo he hecho". A pesar de todo, afirma que no le pidieron más esfuerzos por bajarse la ficha.

El futuro de Messi pasa por el PSG

Y ya hablando sobre su carrera deportiva, mirando hacia el futuro, Messi ha reconocido que "quiero seguir compitiendo, soy un luchador". Y ha dejado claro que "en mis últimos años de carrera quiero seguir ganando títulos". Por este motivo se entiende que seguirá jugando en un gran equipo de Europa.

El argentino ha dejado entrever que el PSG será su destino: "Es una posibilidad, pero a estas alturas no tengo nada arreglado con nadie". Y también tiene otras ofertas sobre la mesa: "Cuando salió el comunicado tuve muchas llamadas". Y como objetivo, centrándose en los títulos, Messi quiere "atrapar a Dani Alves", que precisamente ayer ganó el oro olímpico en Japón.


Al final, sin embargo, Messi ha dicho su último adiós en la sala de prensa del Auditorio 1899. Día emotivo, con llantos y tristeza. Pero también con una sonrisa porque Messi seguirá marcando goles, volverá a ser feliz allí donde vaya, y el fútbol —culés incluidos— seguirán disfrutando del mejor jugador de la historia. Y quién sabe si algún día volverá al Barça.

 

Imagen principal: Leo Messi durante la rueda de prensa de despedida del Barça / EFE