Hace dos veranos, el Paris Saint-Germain se colgaba la medalla de cerrar un mercado de fichajes histórico. Si con la contratación de Leo Messi aquella ventana de traspasos ya hubiera sido recordada por siempre, para colmo, la llegada del argentino estaba complementada con la del nombrado mejor portero de la pasada Eurocopa, Ginaluigi Donnarumma; una de las sensaciones de aquel torneo, Georginio Wijnaldum; el considerado como uno de los mejores centrales de la última época, Sergio Ramos; y, para acabar, el lateral derecho más caro de la historia: Achraf Hakimi y su coste de 66,5 millones de euros.
El PSG sigue lleno de inversiones vacías
Kylian Mbappé, 180 millones de euros en el año 2018. Neymar, 222 millones de euros en el año 2017. Messi, gratis, pero infeliz. Así se siente el astro argentino en el Paris Saint-Germain. Mientras el emir de Qatar se gasta millonadas en confeccionar una plantilla competitiva, sus máximos exponentes hacen la guerra por su parte.
Kylian Mbappé no deja de protagonizar escándalos. Respuestas prepotentes a sus compañeros de equipo, rabietas con Neymar para lanzar penaltis y roces poco amistosos con el propio Leo Messi. Ciertamente, los números del tridente son de otro mundo, pero lo cierto es que la química entre los tres brilla por su ausencia. Mbappé lo quiere todo para él, Neymar empezó a echar de menos el Barça y Messi va por el mismo camino. El de Rosario se siente fuera de lugar a pesar de haber recuperado la brillantez que no pudo mostrar durante la pasada temporada.
Mientras tanto, el que recibió la etiqueta de transferible durante el último mercado estival, el brasileño, es quién mejores registros ha acumulado desde que tomó inicio la temporada. Contando los goles y las asistencias, Neymar lleva 20 en 15 partidos, Messi 16 en 13 y, por detrás de sus dos compañeros de tridente, 12 en 13 partidos para Mbappé.
Con todo, es el francés el protegido. Prácticamente, recibió el club a cambio de renovar. Incluso el presidente de la República lo instó a quedarse en París, aparte del contrato multimillonario que se le facilitó, añadido a la facultad de poder decidir a quien fichar y cuál es la directiva que forma el club.
Messi quiere escapar de la prisión de oro del PSG
Con tanto y tanto dinero, algunos futbolistas podrían pensar que la felicidad la tienen asegurada en el Paris Saint-Germain, pero aquellos de talla mundial, los que quieren siempre ganar, saben que el salario no lo es todo. Messi quiere marcharse y su futuro está más abierto que nunca después de que cada vez suene con más fuerza su posible retorno a can Barça. Eduard Romeu, vicepresidente económico culé, asegura que "nosotros hacemos milagros", mientras que desde Argentina, la periodista Verónica Brunati, afirma que esta hipótesis será una realidad a partir del 1 de julio de 2023. Veremos.