Las autoridades sanitarias de Catalunya piden que la gente se quede en casa, que no se reúna con personas fuera de su burbuja de convivencia y que evite desplazamientos innecesarios para contener el incremento de casos de coronavirus. Algunos ciudadanos hacen caso, otros se saltarán las normas y celebrarán las fiestas como siempre, algunos se marcharán a las segundas residencias, a otros se lo han prohibido, y alguno ya ha esquivado las restricciones.
Leo Messi y su familia son de los que se han marchado de su casa en las últimas horas. El futbolista del Barça ha decidido marcharse de Castelldefels, donde tiene su residencia habitual, para pasar las fiestas de Navidad con su familia. Y lo ha hecho justo después de coronarse futbolísticamente con un excepcional partido contra el Valladolid, y de convertirse además en el máximo goleador histórico con un solo club superando a Pelé.
Pero al acabar el partido, disputado en el Estadio José Zorrilla de Valladolid, el argentino se marchó directamente hacia su país, Argentina. Ni volvió a la capital catalana con el resto de compañeros, y decidió subirse a su avión privado desde el aeropuerto de Valladolid.
Como hace cada año, Messi pasará los pocos días de fiestas que tienen los futbolistas del Barça en su Rosario natal. Y se ha marchado esta pasada madrugada en un avión privado desde Valladolid, donde le esperaba su familia, que ya había subido al avión en la tarde de ayer desde Barcelona para reencontrarse con Messi en Pucela.
Messi, que ya no viajó con el resto de compañeros hacia Barcelona, tendrá que volver a la capital catalana esta misma semana para estar el próximo día 27 por la mañana en la Ciutat Esportiva Joan Gamper de Sant Joan Despí para el primer entrenamiento posfiestas de Navidad.
Ronald Koeman les ha dado cuatro días de vacaciones, pero este domingo tendrán que volver al trabajo porque el próximo martes día 29 de diciembre tienen partido de la Liga Santander contra el Eibar en el Camp Nou.