Francia, la actual campeona del mundo, debuta en el Mundial de Qatar este martes, contra Australia, y lo hará con muchas más dudas de las esperadas. Y es que el ambiente en el vestuario de la selección gala no es la mejor posible, una lucha de egos a la que se ha añadido la lesión de Karim Benzema. "Tengo certeza, porque fui compañero de algunos jugadores de Francia, que están muy felices con la salida de Benzema", ha afirmado Diego Lugano, mítico excapitán de Uruguay, en la ESPN.
Lugano tuvo una extensa carrera y entre los clubes en los que militó está el PSG. "Esto no pasarían nunca en Uruguay, Brasil o Argentina... Depende mucho de la forma en que el equipo fue armado y en el cuidado que el entrenador tiene con los perfiles de jugadores, no solamente técnicos, sino de personalidad. Tiene mucho que ver con eso", ha añadido Lugano.
Problema en el vestuario de Francia
Y es que no todos los jugadores de la selección francesa querían el retorno de Benzema. Sin él, con Mbappé, Griezmann y Giroud en el ataque, ganaron el Mundial de Rusia del 2018. Con él, el esquema se rompió, y en la pasada Eurocopa hicieron el ridículo, cayendo en los octavos de final contra Suiza, en la tanda de penaltis. Deschamps, sin embargo, ha seguido apostando por la misma fórmula, con Mbappé, Benzema y Griezmann arriba, a lo que ha añadido un cambio radical en el centro del campo, dejando en casa a Pogba y a Kanté, lo que ha provocado muchas críticas en Francia, donde se considera que el equipo es mucho menos potente que hace 4 años.
Y es que es un secreto a voces que dentro del vestuario hay un fuerte lucha de egos, se han creado dos bandos, que preocupan, y mucho a Deschamps. Mbappé quería el retorno de Benzema, y lo consiguió, pero el madridista se ha quedado fuera por lesión. A todo ello se ha añadido la lesión de Nkunku, que podría haber sido titular, lo que deja a Deschamps con un enorme problema. Y para rematarlo, tampoco podría jugar Kimpembe, central del PSG, también por lesión.
Zidane, favorito para sustituir a Deschamps
En Francia se da por hecho que solo un milagro hará que Didier Deschamps siga en el banquillo después del Mundial. Se considera que se ha cumplido un ciclo y que hace falta savia nueva, empezando por el banquillo. El gran nombre es Zinedine Zidane, que ha rechazado todas las ofertas de clubes que ha recibido, que no han sido pocas, esperando la llamada de la Federación Francesa de Fútbol.
Zidane tendrá la difícil tarea de regenerar la plantilla, darle salida a los veteranos, como Griezmann o el mismo Benzema, y oportunidades a los nuevos talentos. Zizou es un ídolo para todos ellos, por lo que se espera que los bandos del vestuario desaparezcan.