Poco o nada se parece el ambiente que se respira en el barcelonismo actualmente al que había durante la pasada temporada. Aunque con la llegada de Xavi Hernández algo cambió, la temporada acabó de una forma nefasta en lo que a resultados se refiere, y el Barça llegó al verano sumido en una profunda depresión y con la necesidad imperiosa de renovarse para el nuevo curso. Gracias al ingreso extra de una buena cantidad de dinero gracias a la activación de las palancas económicas, Joan Laporta ha podido llevar a cabo fichajes ilusionantes como el de Robert Lewandowski, que ya es un ídolo el Camp Nou. Pero no son todo sonrisas, porque si bien muchos de los cambios han sido para bien, hay alguno que ha sido a peor.

Ni rastro del Gerard Piqué de siempre

Y uno de los más preocupantes es el que hace referencia a Gerard Piqué. Lo que salta más a la vista es que el central no ha jugado ni un solo minuto en lo que va de temporada. Xavi Hernández ha dejado claro que ya le transmitió a Piqué que su rol iba a ser otro, y así está siendo. Está por detrás de absolutamente todos los centrales que hay en la primera plantilla. Ronald Araujo, Jules Koundé, Eric Garcia i Andreas Christensen parten con ventaja, antes que el barcelonés.

Robert Lewandowski ha devuelto la sonrisa al barcelonismo / Foto: EFE

Pero, aunque su importancia sobre el terreno de juego haya disminuído, eso es casi ley de vida. El tiempo pasa para todos, y las nuevas generaciones vienen pisando fuerte. Lo que más preocupa no es eso, sino que se está viendo a un Piqué apagado. Ni rastro de sus bromas y su eterna sonrisa, ya fuera en el campo o fuera de él. Es evidente que los futbolistas son, antes que todo, personas, y el día a día del central, con la separación de Shakira ocupando titulares día sí y día también, no es el más sencillo.

Lewandowski se ha encontrado a un Piqué distinto al que conoció

Los veteranos y capitanes como él deben ser ejemplos sobre los que los jóvenes deben poder mirar para aprender y empaparse de absolutamente todo lo que supone ser un futbolista profesional. Piqué, durante toda su carrera, siempre ha sido un nexo perfecto entre los jóvenes que subían desde el filial y llegaban desde fuera y los jugadores con más experiencia como, por ejemplo, Robert Lewandowski.

Gerard Piqué, serio en el banquillo del Barça / Foto: EFE

La relación entre ambos ya era muy buena. Cuando el polaco todavía era futbolista del Bayern de Munich, pero ya hace unos años, fue uno de los protagonistas de la saga de entrevistas que dirigió Piqué en The Players Tribunedonde ya hablaron del deseo del delantero de probarse en otra gran liga que no fuera la alemana. Ahora que son compañeros de equipo, poco queda de ese Gerard Piqué. Todo el barcelonismo espera volver a verlo jugar y verlo feliz, y no con la cara larga que se le ha podido ver en estas primeras semanas de competición.