Las pretemporadas siempre son muy complicadas en todos los equipos. Porque siempre se respira un ambiente tenso, debido a los jugadores que quieren quedarse, pero que no entran en los planes del nuevo entrenador. Y eso también complica la adaptación de los nuevos fichajes, muchos de los cuales deben de soportar miradas desafiantes, y episodios de celosía. Eso es lo que le ha sucedido a Aurelien Tchouameni y a Antonio Rüdiger en el Real Madrid.

Pero en el Barça tampoco se libran de eso, y es justamente lo que ha ocurrido también con Robert Lewandowski. Para muchos, es el movimiento más inesperado del verano, ya que todavía cuesta creer como el delantero aceptó abandonar el Bayern de Múnich, donde aspiraba a conquistar todos los títulos, para unirse al proyecto de Xavi Hernández, que todavía está en construcción. No obstante, era un desafío que le ilusionaba mucho.

El polaco había perdido la motivación en el Allianz Arena, donde ya había ganado absolutamente todo, y a estas alturas de su carrera necesitaba de un nuevo reto lejos de la Bundesliga. Así que en el Camp Nou podrán disfrutar de los servicios de uno de los mejores futbolistas del planeta, y uno de los mejores goleadores de todos los tiempos. Aunque para algunos ha sido una contratación arriesgada e innecesaria, para empezar, por su edad, porque en un mes cumplirá los 34 años.

Y han pagado 50 millones de euros por él, una cifra muy importante, sobre todo, valorando la situación económica que atraviesan los culés. Además, muchos consideran que el ataque no era la zona que debían de reforzar, pues ya tenían para ese puesto a Pierre-Emerick Aubameyang, a Ferrán Torres, a Anssumane Fati, a Ousmane Dembélé, y a Raphinha, otro que ha costado un riñón. Sin descuidar a Memphis Depay, claro.

Memphis Depay/ EFE

Precisamente el holandés ha sido quien peor ha recibido a Lewandowski, pues es consciente de que, tras su llegada, tiene muy complicado, por no decir imposible, seguir en el Barça. Si antes ya tenía pocas opciones de continuar, ahora ya son casi inexistentes.

Depay, molesto con la actitud de Lewandowski

Más allá de poder perder su lugar, lo que más ha molestado a Depay es la actitud de Lewandowski, que previamente sin consultarlo con él, ha pedido a Laporta que le den el dorsal ‘9’. Es decir, que se lo quiten al ex del PSV Eindhoven, el Manchester United y del Olympique de Lyon, dando por hecho que se marchará, aunque él no quiera.

Y algunas fuentes incluso dicen que el ganador de los dos últimos ‘The Best’ también ha pedido quedarse la casa que tiene Memphis en Barcelona.

Si esto es cierto, los motivos de su enfado son lógicos y comprensibles.