El vestuario del FC Barcelona está viviendo un pequeño incendio tras la reciente elección de los capitanes del equipo. Con la salida de Sergi Roberto, quedaba un espacio libre en la jerarquía del equipo, lo que llevó a una votación interna entre los jugadores para designar a los nuevos líderes. Los capitanes de la pasada temporada, Ter Stegen, Frenkie de Jong y Ronald Araujo, mantuvieron sus posiciones. Sin embargo, las nuevas incorporaciones a esta lista, Raphinha y Pedri, han generado un malestar considerable en uno de los pesos pesados del equipo: Robert Lewandowski.
El delantero polaco, con una trayectoria más que consolidada y un palmarés que pocos pueden igualar, se sentía con el derecho y la responsabilidad de ser uno de los capitanes del Barça. Desde su llegada al club, Lewandowski ha demostrado no solo su calidad en el campo, sino también un fuerte liderazgo natural, lo que lo ha convertido en una de las voces más respetadas dentro del vestuario. Además, su capacidad para adaptarse rápidamente al equipo y su dominio del idioma le otorgaban, en su opinión, méritos suficientes para ser uno de los portadores del brazalete.
Sin embargo, la decisión de sus compañeros de elegir a Raphinha y Pedri por encima de él no le ha sentado nada bien. Lewandowski se ha visto superado por un jugador como Raphinha, que, aunque también llegó en la misma temporada que él, no cuenta con la misma experiencia ni la trayectoria que el polaco. Esta situación ha generado una gran frustración en el delantero, quien esperaba ser reconocido por su influencia tanto dentro como fuera del campo.
Hansi Flick ha mostrado su comprensión hacia la posición de Lewandowski. Para Flick, el delantero polaco es un líder nato, alguien con una carrera que habla por sí sola y que impone respeto tanto a sus compañeros como a sus rivales. Desde su perspectiva, Lewandowski debería haber sido uno de los capitanes del equipo, no solo por su trayectoria, sino también por el carisma y la intimidación que ejerce en el terreno de juego. Flick cree que su ausencia en la lista de capitanes es un error que podría haber evitado tensiones innecesarias.
Ante esta situación, el ambiente en el vestuario se ha vuelto un poco más tenso. Pedri, Raphinha y De Jong, quienes ahora comparten la responsabilidad de llevar el brazalete, son conscientes de que Lewandowski no está del todo contento con la decisión. Si bien no se ha producido un conflicto abierto, la situación ha generado un clima de alerta entre los jugadores, quienes ahora deben trabajar para asegurar que esta cuestión no afecte la armonía y el rendimiento del equipo.