Robert Lewandowski se ha ganado el derecho a poder tener un peso importante en las decisiones que se tomen en el Barça. Aunque solamente lleva unos meses en el club, y no sea uno de los capitanes, sí se ha convertido en uno de los pesos pesados del vestuario. No es para menos, pues es considerado como la gran estrella del equipo, y es uno de los jugadores más experimentados. Además, también se ha convertido en el ídolo de la afición.
Joan Laporta y Mateu Alemany le prometieron que tendría un estatus de líder, y nunca le podrán agradecer lo suficiente el esfuerzo que hizo para conseguir abandonar el Bayern de Múnich y aterrizar en el Camp Nou, renunciando a mucho dinero, y abandonando un proyecto ganador para unirse a uno en construcción. Así que harán todo lo que sea posible para tratar de contentarle, y que se sienta cómodo a las órdenes de Xavi Hernández.
Y aunque no impone nada, ya ha dejado claro que hay cosas que no le gustan en exceso. Por ejemplo, un posible regreso de Leo Messi, que le robaría el protagonismo, y automáticamente dejaría de ser el referente ofensivo del conjunto azulgrana. Aunque en sus recientes declaraciones dijo que le gustaría compartir equipo con él algún día, la realidad es muy distinta. Por suerte, no tiene de qué preocuparse, y es que acabará renovando con el Paris Saint-Germain.
Pero eso no es todo. Lewandowski, de la misma manera que se opuso a la incorporación del astro argentino, también ha hecho saber que no se siente cómodo compartiendo terreno de juego con un futbolista de la plantilla, con el cual no parece entenderse. Ese es Raphinha, a quien acusa de ser excesivamente individualista, y de no tomar buenas decisiones en los últimos metros. Lejos de ser un socio para él, y darle asistencias, es más un rival.
El internacional brasileño no ha convencido a nadie con su rendimiento en el Barça hasta el momento, y de hecho fue suplente en los últimos partidos que disputaron.
Xavi también pierde la fe en Raphinha
Está claro que no contar con el apoyo de Lewandowski es un obstáculo importante para Raphinha. Todavía está a tiempo de demostrar que puede ser muy útil para el Barça, pero la realidad es que lo tendrá bastante complicado, pues Xavi cada vez confía menos en él.
E incluso, se había comenzado a especular con su posible venta, que Laporta y Alemany no descartan en absoluto, siempre y cuando puedan recuperar gran parte de los 58 millones de euros que tuvieron que desembolsar al Leeds United por él este verano.