11 de agosto del 2015, final de la Supercopa de Europa, Barça y Sevilla empatan 4-4, Messi, quien ya había marcado dos faltas en aquel partido, tiene una nueva oportunidad de adelantar a su equipo desde la frontal del área. El argentino chuta, la pelota se estrella contra la valla y en un nuevo intento, el diez la engancha de primeras, el portero del Sevilla la rechaza y en aquel momento el tiempo se congela para todo el mundo, excepto para Pedro. El delantero, como siempre oportuno, caza el esférico y lo envía al fondo de la red para proclamar al Barça supercampeón de Europa en un último servicio para el equipo de su vida. Este sería el último partido del jugador canario con la camiseta blaugrana, tenía 28 años.

12 de diciembre de 2024, jornada 6 de la fase de la liga de la Europa League, Ajax y Lazio se enfrentan en un duelo menos trascendente que el anterior, pero que comparte una coincidencia, Pedro, nueve años después, volver a liderar su equipo hacia la victoria. Lo hace con una asistencia en el primer gol y marcando un golazo para cerrar el partido en el tramo final. Su último gol con el Barça lo hace con 28 años y el de ayer con 37, demostrando la misma hambre, energía y ambición para seguir compitiendo en el máximo nivel.

El gol de Pedro con la Lazio contra el Ajax en el partido de Europa League | EFE

Entre Japón, Arabia y Miami, Pedro escoge el fútbol

Cuando un jugador llega a cierta edad es típico que empiece a escuchar o leer 'ya no tiene nada que demostrar' o quizás una más cruel 'uno tiene que saber cuando retirarse'. Pues bien, Pedro no quiere saber nada de estas dos frases. Con 37 años está viviendo una segunda juventud y esta temporada ya ha marcado 7 goles y dado 3 asistencias en 18 partidos. Pedro no tiene la necesidad de jugar cada semana a la liga italiana en un equipo que difícilmente aspira a ganarla, ni tampoco hacerlo en la Europa League cuando ha levantado tres Champions y tres Supercopas de Europa. Pero decide hacerlo, disfruta de este deporte como pocos y lo compite como nadie. Por eso, estando más cerca de los 40 años que de los 30 se niega a marcharse del fútbol de élite y este fútbol se niega a prescindir de él.

Pedro celebrando el gol contra el Ajax, ayer. | EFE

Eclipsado por estrellas, pero haciéndolas brillar 

El extremo siempre ha contado con una virtud y también un defecto, nunca ha estado en el foco, incluso cuando más lo ha merecido. Es un jugador que se dedica a jugar y nada más. Nunca ha entrado en polémicas con la prensa, ni con otros jugadores, se ha dedicado a ayudar a su equipo a ganar, y vaya si lo ha hecho. Sin Pedro, el Barça de Pep Guardiola, el mejor equipo de la historia, no existiría. No tenía la calidad de Messi, la visión de Xavi o la magia de Iniesta, pero tenía dos cosas que, como mínimo, eran igual de'importantes para Guardiola, el trabajo incansable y el don de la oportunidad. En la temporada 2009-2010, en la cual el Barça consigue el sextete, Pedro se convirtió en el primer jugador de la historia del fútbol en marcar en todas las competiciones posibles en una misma temporada. Una hazaña única que habla de su influencia en todos los trofeos conquistados per aquel equipo.

Pedro jugó nueve temporadas en el club catalán. En una primera etapa como pieza fundamental de la época más gloriosa del club con Guardiola y en una segunda con un rol secundario como suplente de la mítica delantera Messi-Suárez-Neymar. El extremo ganó 26 títulos como culé y marcó 99 goles, el último contra el Sevilla en aquella final que ejemplifica a la perfección su carrera en el futbol, sin hacer tanto ruido como otros, pero ayudante como nadie.