El mundo del fútbol se ha quedado sin rey con la muerte de Edson Arantes do Nascimento, eterno Pelé. La leyenda brasileña, fallecida a los 82 años tras una larga enfermedad, será para siempre el primer gran futbolista global, el autor de acciones hasta entonces imposibles con un balón en los pies, el delantero de los más de 1.000 goles, aunque la FIFA le atribuyera tiempo después la cifra de 767.
Muere Pelé, 'O Rei' del futbol, a los 82 años
Para algunos, O Rei será para siempre el mejor jugador de todos los tiempos. Para otros, uno de los mejores, en disputa con Diego Armando Maradona o, más recientemente, Leo Messi, aunque nadie pone en duda de que se trata de una auténtica leyenda que en su época dorada, la década de los 60 y principios de los 70, elevó el fútbol a su máxima expresión.
El nacimiento de una leyenda
Nacido en Minas Gerais, Belo Horizonte, el 23 de octubre de 1940, Pelé vivió muy de cerca el fútbol ya siendo muy pequeño, pues su padre fue futbolista, de Atlético Mineiro, aunque tuvo que retirarse muy joven por una grave lesión. Cuenta la leyenda, que Pelé vio como su padre lloraba desconsoladamente tras el famoso Maracanazo, cuando Uruguay tumbó a Brasil en la final del Mundial de 1950, y le prometió que él algún día ganaría la Copa del Mundo con la canarinha. Tardaría solo 8 años.
Todo empezó cuando Waldemar de Brito, internacional con Brasil en el Mundial de 1934, convenció a la madre de Pelé para que dejara que su hijo, que trabajaba en una fábrica de zapatos, probara de entrar en las categorías inferiores del Santos. Se le veían maneras, por lo que podría tener una oportunidad. Con solo 16 años, Pelé ya jugaba con el primer equipo, y en su primera temporada logró 41 goles en 28 partidos. El fenómeno Pelé explotó en 1958, cuando deslumbró al planeta en el Mundial de Suecia, junto a Vavá, Garrincha o Zagallo. Pelé marcó 5 goles y dejó unas acciones de auténtico genio que lo pusieron en la órbita de grandes estrellas. En el Mundial de Chile 62, Pelé, que había ganado 4 ligas seguidas con el Santos, se presentaba como la gran atracción del torneo, que inauguró con un golazo contra México. Desgraciadamente, el brasileño se lesionó en el siguiente partido, contra Checoslovaquia, perdiéndose el resto del torneo. Brasil ganó, pero a Pelé le quedó una espina clavada.
El Mundial de México 70, la coronación de 'O Rei'
A pesar de los intentos por llevarlo a Europa, Pelé se mantuvo fiel al Santos, con el que ganó 2 Copas Libertadores, 2 Copas Intercontinentales y 6 Ligas, además de lograr 643 goles en 663 partidos. Tras el frustrante paso de Brasil por el Mundial de 1966, en el que Brasil no pasó de la fase de grupos, la redención llegó en México 70, uno de los más recordados de todos los tiempos. A pesar de que Gerd Müller se llevó el Balón de Oro del torneo, el gran vencedor fue Pelé, que lideró a una Brasil mágica, junto a Gerson, Rivelino, Jairzinho y Tostao, a su 3º Mundial, aniquilando a Italia en la gran final (4-1). Como lograría Maradona 16 años después, el Estadio Azteca fue el espectador de excepción de la elevación a los altares del fútbol de Pelé, para siempre O Rei.
En 1974, con 34 años, Pelé decidió colgar las botas. Poco después, sin embargo, decidió volver, pues sus malas inversiones le habían dejado en una situación económica delicada. Tuvo ofertas de varios clubes, entre ellos el Real Madrid, la Juventus y el Milan, pero finalmente el brasileño aceptó la llamada del Cosmos de Nueva York, un proyecto para llevar el fútbol a los Estados Unidos. Pelé llegó a compartir vestuario con Beckenbauer, Carlos Alberto y Chinaglia y ganó la Liga de 1977. El 1 de octubre de 1977, Pelé se retiró definitivamente del fútbol en un emotivo partido entre el Santos y el Cosmos, los únicos clubes en los que jugó. La leyenda, sin embargo, llevaba tiempo escrita. Y es que, como dijo una vez el propio Pelé: "Pelé no muere. Pelé nunca morirá. Pelé va a seguir para siempre".