Como todo final de temporada en Fórmula 1, los pilotos de la parrilla se reúnen para una tradicional cena. Este año ha estado marcado por la polémica entre George Russell y Max Verstappen, dos pilotos que mantuvieron la distancia durante toda la estancia en el restaurante, incluso dejando espacio entre ellos en la foto de grupo.

Liam Lawson, piloto de Red Bull y substituto de Checo Pérez, ha concedido una entrevista para el podcast Pitstop donde ha hablado sobre diversos temas de la última temporada de la Fórmula 1, pero sobre todo se le ha dado mucho énfasis a la disposición de los sitios en la cena. Semanas después de lo sucedido, la tensión entre los dos pilotos se ha rebajado, pero en aquel momento todo estaba muy reciente como para hacer bromas y sentarse los dos juntos.

George Russell y Max Verstappen / Foto: Europa Press
George Russell y Max Verstappen, saludándose después de la carrera / Foto: Europa Press

Una cena pasada por polémica

Liam ha sido preguntado por como ha vivido la polémica estando desde dentro: "Es increíble el número de mensajes que he tenido sobre esto, la gente es muy curiosa, es jodidamente gracioso", comentaba el piloto de Red Bull respecto a las personas que le preguntan sobre lo ocurrido. Él comenta que llegó con su compañero Yuki Tsunoda y veían como la mesa se iba llenando poco a poco. 

El substituto de Red Bull explica que vivió la polémica desde una posición privilegiada: "Delante de mí estaba Max, y luego había como otras tres sillas hacia la izquierda, al final de la mesa. George todavía no había llegado en ese momento, y todos estábamos como; 'esto es perfecto'", explicaba el piloto respecto a como vivió la situación durante la cena. 

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

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Manteniendo distancias

Tal y como explica Lando Norris en su post de Instagram, George Russell y Max Verstappen estuvieron sentados lo más lejos posible durante la cena. "George llegó y todos estábamos como '¡eh!', y Max estaba como, 'tío, te hemos guardado un sitio para ti'. George cogió la silla y se fue al otro lado de la mesa y se sentó en el otro extremo con Hamilton. Pensamos que sería divertido, pero no lo fue, fue divertido para mí, y George no dijo nada", comentaba Liam Lawson sobre la situación que se vivió durante la cena. 

Lo que empezó siendo una broma para que los dos implicados se sentaran juntos y resolvieran sus problemas, se acabó convirtiendo en un momento incómodo para los dos pilotos, quienes se mantuvieron separados toda la noche, incluso en la foto de grupo. Para el resto de la parrilla también fue un momento que querrían no haber vivido.