Tres minutos antes de que Bruno Fernandes y Cristiano Ronaldo recogieran todos los focos de las cámaras por el gol que adelantó a la selección de Portugal ante Uruguay, en el Lusail Stadium de Qatar hubo otro protagonista. Ahora bien, a diferencia de los jugadores lusos, a este no lo esperaba nadie. Se trata de Mario Ferri, un futbolista italiano que es conocido por ser todo un especialista del 'arte' de invadir campos de fútbol cuando se están disputando partidos de alto nivel. Su currículum cuenta con varias hazañas de este estilo, llegando a aparecer en tres de los últimos cuatro mundiales, pero, sin duda, su acto de mayor valentía tuvo lugar este pasado lunes en Qatar, cuando interrumpió el duelo entre portugueses y uruguayos para mostrar un triple mensaje que dejaba en evidencia parte de todos aquellos asuntos que quiere tapar el régimen qatarí.
En primer lugar, portó una bandera que ha cogido mucha popularidad en los últimos años entre los activistas italianos en la que en medio de unos colores muy parecidos a los de la bandera LGBTI se puede leer el lema de 'Pace', paz en italiano. Por otro lado, en su ya habitual camiseta de 'Superman', lucía dos mensajes, uno pidiendo auxilio para Ucrania por el conflicto bélico que azota este país, y otro en el que se podía leer un lema de apoyo a las mujeres en Irán que tantas coacciones están sufriendo. Ferri consiguió acceder hasta el terreno de juego y frenar el partido, pero como era de esperar fue placado por los vigilantes y reducido en el suelo. Aún así, su objetivo estaba cumplido. El italiano ya se había convertido en una de las imágenes del Mundial, y su mensaje ya había dado la vuelta al mundo.
La FIFA 'salva' a Mario Ferri
Sin embargo, la historia de Mario Ferri no termina aquí. Ahora que todos ya conocemos quien es este espontáneo y su relación con el fútbol, es de vital interés saber que sucedió con él tras abandonar el estadio de Lusail. Tratándose de un país como Qatar, un estado soberano con un código penal que preve duras sanciones contra aquellos que "promuevan actos obscenos o la homosexualidad", las sanciones que se esperaban para el italiano eran muy duras. Nada más lejos de la realidad, con lo que nadie contaba era con la intervención del presidente de la FIFA, Gianni Infantino.
En declaraciones a RAC1, Ferri desveló que el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, le ayudó. "Tuve muchos problemas con la policía, pero él apareció y resolvió la situación". Además,el 'Halcón', como le apodan en su país natal, ha hecho saber en sus redes sociales que es libre y que su salto al campo no le ha acarreado "consecuencias legales". De este modo, el hombre que logró lo que Manuel Neuer, Gareth Bale o Harry Kane no han podido hacer ha terminado con un final que nadie esperaba. Sin duda, este Mundial no nos deja de sorprender. Tendremos que estar atentos para ver cual es el siguiente capítulo que nos depara Qatar, pero lo que está claro es que Mario Ferri quedará en la historia de esta Copa del Mundo por ser el primer hombre capaz de desafiar las normas de Tamim bin Hamad, el emir qatarí.
El historial de Mario Ferri
Ahora bien, hace ya tiempo que los mensajes reivindicativos han ido acompañando a Mario Ferri y la 'S' de su camiseta durante los últimos años en los grandes escenarios futbolísticos. A las apariciones en el Mundial de Sudáfrica, donde curiosamente saltó en las semifinales que jugaba la selección española ante Alemania con el lema de 'Paz en el mundo'; y Barsil, donde se hizo pasar pos discapacitado para hacerse con una posición privilegiada para abandonar su silla y exhibir un 'Salvad a los niños de las favelas', también se le suma otra de muy famosa y que nos toca de cerca.
Sucedió en 2011, cuando en medio de la final de Champions que disputaban el Barça de Pep Guardiola y el Manchester United, entró en el campo para colocarle una bufanda del AC Milan a Leo Messi. Esa vez no hubo ningún mensaje político o social en relación a su interrupción, pero aún sigue siendo una de sus más recordadas. Ahora, la del Mundial de Qatar ha cogido una dimensión superior, y sin ninguna duda, será recordada a lo largo de los años.