Kylian Mbappé ha acabado decantándose por abandonar el Paris Saint-Germain, y acabará firmando con el Real Madrid. Ese ha sido su sueño y su objetivo desde el primer momento, pero también es cierto que estuvo estudiando la posibilidad de renovar su contrato, pues la oferta económica que le presentaba Nasser Al-Khelaïfi era muy tentadora. Aunque finalmente no pudieron llegar a un acuerdo, debido a que exigía muchos cambios, tanto en la plantilla, como en el cuerpo técnico y la directiva.
Para empezar, el campeón del Mundial de Rusia pedía que se despidiera al director deportivo, Leonardo. Más allá de su relación personal, que siempre se ha dicho que no es demasiado buena, cree que el trabajo que ha hecho ha sido nefasto. Y lo cierto es que no le falta razón, pues a la vista está que el resultado que han dado los nuevos fichajes ha sido muy malo. Georginio Wijnaldum o Sergio Ramos, entre otros, no han aportado absolutamente nada.
Asimismo, el delantero de 23 años también pedía un cambio en el banquillo. No es ningún admirador de los métodos que tiene Mauricio Pochettino, con el que tampoco guarda una amistad precisamente, y cree que no es la persona ideal para ser el entrenador del equipo. Así que exigía su destitución, para traer a un técnico de mayores garantías, y que supiera controlar mucho mejor el vestuario. Y no tardó en dar un nombre.
Como no podía ser de otra manera, el entrenador que pedía Mbappé era Zinedine Zidane. Es su ídolo de la infancia, y siempre ha mostrado su deseo de trabajar junto a él, una cosa que no podrá hacer en el Santiago Bernabéu. Durante un tiempo, se llegó a dar por hecho que acabaría aterrizando en el Parque de los Príncipes, convirtiéndose en el sucesor del ex de Tottenham Hotspur, Southampton o Espanyol, pero es una opción que se ha enfriado mucho.
Y ese es otro motivo de peso por el que el ganador del Golden Boy de 2017 ha acabado rechazando a Al-Khelaïfi, y ha tomado la decisión irrevocable de marcharse gratis en junio.
Las salidas de Neymar Junior y Leo Messi, otras dos condiciones indispensables
Por último, dos peticiones de Mbappé más que no fueron aceptadas eran las ventas de Neymar Junior y Leo Messi. El galo no quería compartir el protagonismo con nadie, y estaba harto de estar a la sombra del brasileño y del argentino, especialmente este último, a pesar de haber ofrecido un nivel muy pobre.
Sin embargo, Al-Khelaïfi solo estaba dispuesto a traspasar al primero, pero consideraba que el siete veces ganador del Balón de Oro era intocable, y no tenía intención de estudiar su salida apenas 12 meses después de llegar.
El Madrid tiene el camino libre de obstáculos.