El 5-1 final hará que dentro de unos días nadie se acuerde del gol que el VAR anuló este sábado a Leo Messi. La goleada lo tapará. Pero eso no quita que el mundo del fútbol siga incrédulo ante una decisión escandalosa que podría tener unas enormes consecuencias de producirse en una final de la Champions o de un Mundial.
En el VAR y las líneas, una cuestión de fe
La acción se produjo en el minuto 37 del partido, con 1-0 en el marcador. Busquets lanza un pase milimétrico para la carrera de Griezmann, que se planta solo ante Pacheco. El portero desvía el disparo del francés y Messi, llegando desde atrás, aprovecha el rechace para marcar el 2-0. Viendo las primeras repeticiones no se aprecia fuera de juego ni nada punible, pero tras un tiempo de espera el colegiado, a decisión del VAR, anula el gol.
La realización del partido tarda unos instantes, hasta que aparece en pantalla la foto con las líneas tiradas por el VAR. "En algunas líneas hay que tener más un acto de fe que una constatación del hecho en sí. En la jugada entra el componente humano. En un ordenador no tienes la resolución y tú tienes que clicar debajo del hombro. Ellos mismos se pegan un tiro en el pie. Lo que están haciendo es crear media España de ateos. Está comprobado que hay mínimo 10 cm de error. No puedes hacer algo como dogma", afirma el exárbitro Iturralde González en la Cadena SER.
La acción también se repite por los videomarcadores, llevando la indignación a Leo Messi, que se acerca al árbitro para mostrar su disconformidad. "No es fuera de juego! ¿Hay VAR para qué?", le dice Koeman a Abelardo, que no sabe muy bien qué cara poner.
Mientras tanto, la incredulidad llega a las redes sociales, donde nadie da crédito lo que acaba de decidir el VAR.
Koeman: "Mejor que no hable más del VAR"
Por suerte para el Barça y para los propios responsables del VAR, poco después Messi se desquita con el 2-0, un resultado que en la segunda parte se ampliará hasta el 5-1, un partido ideal para coger ánimos de cara al partido contra el PSG, y con varios jugadores de la Masia reivindicándose. "Mejor que no hable más del VAR. No es culpa del árbitro, hay que tener una lupa para decidir si es o no es. He visto varias veces las imágenes y creo que no hay fuera de juego. Me ha sorprendido, pero yo no soy el VAR", afirmó Koeman tras el partido.
"Era gol legal. El jugador venía desde atrás. No es buena señal que dos años y medio después sigamos hablando del VAR. Unas veces se para y se miran las imágenes, otras no", opinó, por su parte, Guillermo Amor, el director de relaciones institucionales del Barça.