Luis Enrique sigue afinando su PSG con la mente puesta en un objetivo claro: conquistar de una vez por todas la ansiada Champions League. Después de un verano repleto de fichajes, el técnico asturiano no está dispuesto a dejar de reforzar su equipo y ya tiene un nuevo objetivo en mente para el mercado invernal. Nasser Al-Khelaïfi, presidente del PSG, está dispuesto a poner toda la carne en el asador para satisfacer los deseos de su entrenador, y el nombre que ha salido a la luz no es otro que el de Raphinha, el extremo brasileño del FC Barcelona.
El excelente arranque de temporada de Raphinha no ha pasado desapercibido en el Parque de los Príncipes. El atacante ha sido un pilar fundamental en los primeros encuentros de liga bajo la dirección de Hansi Flick, convirtiéndose en un jugador clave tanto en el ataque como en el repliegue defensivo. Pero precisamente este rendimiento es lo que ha llamado la atención de Luis Enrique, quien ve en él al perfil de jugador que podría encajar perfectamente en su esquema táctico en París.
El interés del PSG se ha intensificado, especialmente tras las dudas sobre la continuidad de Marco Asensio. El español, quien llegó con grandes expectativas, parece no tener sitio en los planes de Luis Enrique. Ante esta posible salida, el PSG quiere moverse rápidamente en el mercado, y Al-Khelaïfi ha dado luz verde para que el club se lance con todo a por Raphinha en enero.
Para el FC Barcelona, esta situación representa un problema inesperado. Flick considera a Raphinha intocable. El brasileño ha demostrado ser indispensable en la estrategia de Flick, brindando velocidad, creatividad y, sobre todo, una gran capacidad de sacrificio en ambos lados del campo. El técnico alemán no quiere ni oír hablar de su posible salida, especialmente en mitad de la temporada.
En los despachos del Camp Nou, sin embargo, reina una cierta tranquilidad. Joan Laporta y Deco confían en el compromiso de Raphinha con el proyecto blaugrana. El jugador ha manifestado en varias ocasiones su deseo de triunfar en el Barcelona y siente que está en el lugar adecuado para continuar su desarrollo. Además, su relación con Flick es excelente, y el entrenador le ha transmitido su total confianza desde el primer momento.
Aunque el PSG tiene el músculo financiero para hacer temblar cualquier operación en el mercado, el Barça está convencido de que el brasileño no moverá ficha. Sin embargo, la amenaza del equipo parisino es real, y Laporta sabe que tendrá que maniobrar con habilidad si quiere mantener intacta su plantilla. La próxima ventana de fichajes promete ser agitada, y el futuro de Raphinha será uno de los temas más candentes. En Barcelona, cruzan los dedos para que Luis Enrique no se salga con la suya.