La combinación Luis Enrique y PSG no acaba de funcionar del todo. El técnico asturiano, que hacía meses que buscaba equipo, llegó al banquillo del club parisino para iniciar un proyecto de reestructuración en un conjunto que, desde el porrazo del año pasado en octavos de Champions, tenía una gran urgencia. Desde su llegada al club, se cerraron fichajes y salidas que dejaban vislumbrar cambios ilusionantes, pero todo ha quedado en eso, en una ilusión. El PSG de Luis Enrique no acaba de arrancar.

El PSG de Luis Enrique no triunfa

El PSG no ha empezado la temporada con buen pie. En las cinco primeras jornadas que se han disputado de la Ligue 1 han conseguido sumar solo dos victorias, mientras que dos partidos han terminado en empate y han sufrido una derrota. Actualmente, son terceros en la clasificación de la liga doméstica, a dos puntos del líder, el Mónaco, y a uno de la Niza. Para colmo, su grupo de Champions es el "grupo de la muerte", uno de los más exigentes de este año porque se tendrán que ver las caras con el Borussia Dortmund, el Milan y el Newcastle.

El punto de inflexión, sin ningún tipo de duda, ha sido la derrota de la última jornada contra el Niza. Aunque los empates de principio de temporada no generaban mucha confianza, perder 2-3 en el Parque de los Príncipes es todo un desastre para un entrenador con el renombre de Luis Enrique. Este rendimiento irregular empieza a crear ampollas dentro del equipo, especialmente con Kylian Mbappé, uno de los líderes del vestuario y autor de los dos goles que se encargaron de maquillar el resultado.

Luis Enrique no convence a Kylian Mbappé

Luis Enrique y Mbappé no empezaron con buen pie. Este verano, el delantero francés ha sido el gran protagonista en París a causa de sus desavenencias con el club. La situación con la cúpula fue totalmente extrema ante la inmovilidad del jugador, que se negaba tanto a renovar como a buscar una salida. El técnico asturiano llegó en el máximo momento de tensión y, ante una situación tan difícil de gestionar, decidió apartarlo del equipo y le puso el cartel de transferible.

Luis Enrique en el partido de PSG contra el Niza, frustrado en el área técnica / Foto: EFE

A Mbappé, líder del vestuario y jugador insignia del club, no le gustó nada este gesto. Desde entonces, la relación entre entrenador y jugador nunca ha llegado a ser de mucha complicidad, y los malos resultados no están haciendo más que empeorar la situación. Luis Enrique, por su parte, valora al francés por quién es: uno de los mejores jugadores del equipo. "Tengo un equipo y especialmente los jugadores de arriba, de gran nivel. Marcará muchos goles Mbappé, porque es su ADN. Pero el resto de los jugadores también marcarán goles. No estoy preocupado de una posible dependencia en Mbappé​", aseguró en la rueda de prensa posterior a la derrota ante el Niza.