Las recientes declaraciones de Alèxia Putellas, elegida por sus compañeras como primera capitana de la selección española, no han sido casualidad. "Simplemente, queremos tolerancia cero ante personas que hayan escondido, aplaudido o incitado un abuso”, afirmó Putellas. Y una de las personas que forman parte de este colectivo es Luis de la Fuente, seleccionador del equipo masculino, que en su primera comparecencia después de la rueda de prensa de Luis Rubiales trató de regatear la polémica. "No estaba preparado. Estos gestos no representan mis valores ni la forma de actuar en la vida. Siempre he estado del lado de la igualdad y del respeto. En mis 26 años de entrenador, siempre he tenido un comportamiento intachable", explicó el entrenador.

Aún y así, las justificaciones de De la Fuente no parecen suficientes, ya que el entrenador aplaudió en varias ocasiones, llegándose a poner de pie en la ovación final a Luis Rubiales. "En un comunicado censuré la postura en los actos de entrega de premios con Jenni, pero creo que no tengo que dimitir, tengo que pedir perdón. Cometí un error humano inexcusable que ahora mismo, si pudiera volver atrás, no volvería a cometer. Siempre he estado del lado de la igualdad y el respeto. Todos tenemos que mejorar en materia de igualdad, por supuesto que yo el primero, y en ese proceso estamos", añadió, dando así por concluida la polémica.

Luis de la Fuente, dirigiendo un entrenamiento de la selección española / Foto: EFE

Revolución en la RFEF

El problema para De la Fuente es que se está llevando a cabo una profunda renovación de la RFEF, unos cambios liderados por el Consejo Superior de Deportes (CSD), fruto de los acuerdos a los que se ha llegado con el equipo femenino de la selección española. El CSD entiende que es el momento de modernizar la RFEF, un mensaje claro y directo y, además, un hecho necesario si no se quieren perder las opciones de lograr el Mundial de Fútbol del 2030, una candidatura que en estos momentos parece muy dañada por la imagen proyectada al mundo.

Después de la destitución de Jorge Vilda fue el turno de Andreu Camps, secretario general de la RFEF y mano derecha de Luis Rubiales, al que siguió Miguel García Caba, responsable del Área de Integridad de la Federación. Pedro Rocha, de momento, liderará la transición, hasta las próximas elecciones, aunque después tampoco seguirá. Los grandes valedores de Luis de la Fuente, pues, o no están o se acabarán yendo, lo que pone en riesgo la continuidad del seleccionador.

Marcelino García Toral, futurible para el banquillo de la selección española / Foto: EFE

Marcelino García Toral queda libre

A todo ello se añade que uno de los grandes futuribles para ser seleccionador español, Marcelino García Toral, se acaba de quedar sin equipo, al dimitir como entrenador del Olympique de Marsella por el conflicto abierto entre los ultras del club francés y la dirección de la entidad. Pablo Longoria, hasta hace unos días el presidente, se acabó yendo, por las amenazas recibidas por los ultras, lo que provocó que Marcelino también presentara su dimisión, después de que le comunicaran que no podían garantizarle su integridad ni la de su familia.

Las piezas, pues, encajan, por lo que no es descartable que antes de que sea demasiado tarde, por la proximidad de la Eurocopa de Alemania 2024, se tome la decisión de destituir a Luis de la Fuente para darle el cargo a Marcelino, un entrenador mucho más experimentado y sin ningún vínculo con Luis Rubiales.