Hace dos meses que Luis Rubiales dejó de ser presidente de la RFEF, al dimitir por toda la polémica por su beso a Jenni Hermoso en la celebración del Mundial de Fútbol Femenino de Australia y Nueva Zelanda. En aquel momento parecía que la RFEF estaba a las puertas de una renovación profunda, de que iban a rodar muchas cabezas, sobre todo después de que las jugadoras se negaran a ir convocadas al considerar que no se habían llevado a cabo suficientes cambios.
Al final, sin embargo, los cambios de cromos han sido escasos, a la espera de que en el primer trimestre del 2024 se celebren las elecciones a la presidencia que, dependiendo de la persona que llegue al mando, sí garantizará una profunda renovación. Hasta entonces, sin embargo, el proyecto de la RFEF sigue siendo el de Luis Rubiales, una especie de capitán general en la sombra.
De la Fuente, puesto asegurado hasta la Eurocopa
Empezando por el equipo femenino, la sustituta de Jorge Vilda ha sido Montse Tomé, que no deja de ser la ayudante del entrenador destituido. Y el cambio todavía ha sido menor en el equipo masculino, que a pesar de las críticas a Luis de la Fuente por aplaudir el discurso de Luis Rubiales, sigue siendo entrenado por el riojano, que tiene todos los números de ser el seleccionador en la Eurocopa de Alemania. De la Fuente fue una apuesta personal de Luis Rubiales, que incluso cuando ya haya nuevo presidente va a ver como "su" entrenador estará al mando de la selección absoluta.
Y es que se hace muy difícil de creer que el nuevo presidente vaya a ser capaz de destituir al entrenador que ha clasificado a España para la Eurocopa, que ha creado el nuevo grupo, y menos sin tiempo ni partidos para poder crear un nuevo vestuario. Al no destituir a De la Fuente tras la polémica, el puesto del riojano quedó blindado, en un caso parecido al vivido en Barcelona con Ronald Koeman y las elecciones presidenciales.
El Mundial de 2030, para España, junto a Portugal y Marruecos
Y la otra medalla que se ha llevado Luis Rubiales en la sombra ha sido la concesión a España del Mundial de Fútbol del 2030, junto a Portugal y Marruecos. A nadie se le escapa que el expresidente de la RFEF trabajó duro en la candidatura, que movió todos los hilos que pudo para que España volviera a ser un país que acogiera un Mundial desde la cita de 1982.
Rubiales no apareció en ninguna fotografía después de la decisión de la FIFA, pero es evidente que tiene gran parte de mérito, a lo que se añade que parte de su núcleo duro sigue en la RFEF, celebrando uno de los grandes objetivos de Rubiales cuando asumió el cargo como presidente de la Federación, en 2018. "Nuestras infraestructuras necesitan una mejora porque, salvo algunos estadios, la mayoría están desfasados en comparación con otros países europeos y del resto del mundo. Un gran evento ayudaría a nuestro fútbol a encontrar los fondos necesarios si la administración se involucra como ha ocurrido en otras cita internacionales. La riqueza generada para España sería excepcionalmente positiva a todos los niveles", afirmó el expresidente en febrero 2019.