Luis Rubiales sigue siendo protagonista después del escándalo que saltó en la celebración del mundial femenino de Australia y Nueva Zelanda. La selección española se proclamó campeona por primera vez en la historia y el, hasta entonces, presidente de la RFEF decidió dar un beso no consentido a Jenni Hermoso, en unas imágenes que hicieron estallar la polémica y dieron la vuelta al mundo. Como consecuencia se han dado una serie de cambios estructurales en la Real Federación Española, entre los que destaca la dimisión del motrileño.
Rubiales consigue vender su piso de Madrid
Ahora, todas las partes implicadas se encuentran sumidos en procesos judiciales. Según informa OkDiario, el abogado de Jenni Hermoso, Ángel Chavarría, pidió el embargo de todos los bienes de Luis Rubiales para prohibir la venta de sus propiedades. Y es que el de Granada, en cuanto dejó de ser presidente, puso en venta su piso de Madrid, por un valor de 2,5 millones de euros. Según el sumario, siempre según la información del citado medio, la solicitud de embargo obedecía a la necesidad de "garantizar la responsabilidad patrimonial derivada del delito, y que se evite cualquier tipo de alzamiento".
De esta manera, Rubiales podría hacer frente a una futura indemnización, en caso de que el magistrado así lo considerara tras la declaración de Jenni Hermoso. No obstante, el expresidente de la Federación Española de Fútbol, ha vendido el piso situado en la calle Ferraz. Y es que el magistrado accedió a la petición de Rubiales y rechazó el embargo. Así, el expresidente de la RFEF, ha logrado mantener su patrimonio y, como comentábamos, vender el piso de lujo que era de su propiedad.
Rubiales se embolsa 2,5 millones de euros
Se trata de un piso de lujo de 114 metros cuadrados con tres dormitorios y sus respectivos cuartos de baño, salón, comedor y una terraza con piscina, valorada en 2,5 millones de euros, que se ha convertido en la vivienda habitual de Luis Rubiales durante sus dos últimos años en la capital, en una transacción que se ha cerrado por la cifra anteriormente mencionada.
Para ello, Rubiales adujo que quería volver a Granada, y que por esa misma razón vendía su piso usual, ya que en la ciudad andaluza tiene otros proyectos para salir adelante. Además, apeló al mantenimiento económico de sus tres hijas para evitar el embargo de cualquiera de sus bienes, algo a lo que el magistrado, como se ha podido comprobar, accedió.