Después de haber tildado de "idioteces" las críticas por haber dado un beso en la boca a la jugadora Jennifer Hemoso durante la celebración de la victoria del Mundial, Luis Rubiales, presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), ha pedido disculpas. "Seguramente me he equivocado, lo tengo que reconocer, porque en un momento de máxima efusividad, ocurrió lo que ocurrió de forma espontánea, sin mala fe por parte de ninguna de las dos partes," ha afirmado en un vídeo remitido por la RFEF. Rubiales ha insistido en que dentro del equipo se entendió como una cosa "natural y normal", pero ante la polémica generada entre la opinión pública ha querido pedir perdón. "Si hay gente que se ha sentido ofendida, me tengo que disculpar", ha apuntado.
Rubiales ha asegurado que la relación con Hermoso es "magnífica", igual que con "otras jugadoras" y ha reflexionado sobre el aprendizaje que se lleva de esta polémica: "Tienes que entender que cuando eres presidente de una institución tan importante como es la RFEF, pues, sobre todo en ceremonias, tienes que ir más con cuidado". Sobre las declaraciones en la COPE en las que quitaba importancia al beso y acusaba de "idiotas y estúpidos" a los que le criticaban, Rubiales las ha justificado reiterando que en el contexto de la celebración "nadie le daba importancia". Finalmente, se ha mostrado "apenado" por el hecho de que este acto "haya empañado la celebración" del mayor éxito de la historia del fútbol femenino español. "Se tiene que dar el mérito a estas mujeres y al equipo liderado por Jorge Vilda, es un hecho histórico y en la RFEF estamos orgullosos", ha concluido.
Hermoso se pronuncia sobre la polémica
El beso de Rubiales en Hermoso provocó primero asombro, y después, indignación, y este lunes ha generado un debate sobre el consentimiento que ha llegado hasta las instituciones. La ministra de Igualdad en funciones, Irene Montero, señaló en la noche del domingo que "besar sin consentimiento es una forma de violencia sexual", y hoy, el ministro de Cultura en funciones, Miquel Iceta, ha calificado de " inaceptable" la acción del presidente de la RFEF y le ha exigido explicaciones y disculpas.
La primera reacción de la jugadora al beso que pudo verse en un directo de Instagram en el vestuario fue que no le había gustado. Poco después, la RFEF transmitió unas declaraciones de Hermoso en las que la jugadora describía el acto como "un gesto mutuo totalmente espontáneo", palabras similares a las que ha utilizado posteriormente Rubiales para disculparse. Más tarde, en declaraciones a la COPE, volvió a repetir que el gesto no le gustó, pero aseguró que había sido un "momento de efusividad" que quedaría en "una anécdota". Para quitarle importancia, quiso poner el foco en la victoria: "somos campeonas con una estrella debajo del pecho".