Tiempos convulsos en can Barça. El club blaugrana podría perder a Leo Messi, quien medita abandonar el Camp Nou, y, además, tiene que llevar a cabo una limpieza de pesos pesados en el vestuario. Uno de los sacrificados, según varias fuentes, será Luis Suárez, quien este viernes ya puso en alerta a Ronald Koeman con un mensaje en Instagram.
Este sábado, El País publica una entrevista en la cual el delantero uruguayo critica que los directivos filtren a la prensa los nombres de los futbolistas que quieren traspasar y defiende que no tendrá ningún inconveniente en hacer las maletas si es necesario.
"Se habla de algunos nombres que dio el presidente, de cambios que se pueden llevar a cabo, pero nadie me ha dicho que quieran prescindir de mí. Llevo seis años en el Barça, tiempo suficiente para decir lo que piensan. Mejor eso que filtrar si soy uno de los que quieren que se marche", afirma. Y añade: "Mi idea es seguir, pero si desde el club piensan que soy prescindible, no tendré ningún inconveniente en hablar con los que decidan".
Suárez, además, ha hablado sobre su amistad con Leo Messi, un factor que podría impedir que abandone el club. "Ser amigo suyo es un orgullo. En el campo no hay amigos, hay compañeros y estamos allí para ayudarnos. Fuera, tengo la suerte de contar con una persona excelente como él", afirma.
La caída contra el Bayern
Por último, el delantero centro también ha valorado la humillante derrota que su equipo sufrió contra el Bayern de Munich en los cuartos de final de la Champions. Según él, la derrota fue una cuestión de mentalidad. "Todo salió mal, nos vimos superados y no supimos arreglarlo. No es una excusa, pero está siendo un año muy extraño. El formato (a partido único) influye, el Bayern se adaptó y se mentalizó mucho mejor, nosotros veníamos con dudas y ellos lo tenían todo clarísimo", sentencia.