Ya es oficial. Luis Suárez y Leo Messi volverán a jugar juntos en el Inter Miami. La entidad norteamericana y el ariete uruguayo de 36 años han alcanzado un acuerdo por una temporada, con opción de ampliar esta vinculación por un curso más. Después de su paso por el Gremio durante este 2023, el delantero se unirá a la disciplina del equipo de Florida de cara a la nueva campaña donde, aparte de con su íntimo amigo Messi, también se reencontrará con sus excompañeros de equipo en el Barça Jordi Alba y Sergio Busquets.
Con la camiseta del equipo brasileño, a pesar de reconocer el calvario que sufre con su rodilla y la artrosis que arrastra, Suárez pudo anotar un total de 26 goles y repartir 17 asistencias en los 53 partidos que disputó contando todas las competiciones. Con todo, el propio futbolista tuvo que admitir que tenía que infiltrarse antes de cada partido, tomarse tres pastillas, y que cuando su hijo le pedía jugar juntos, ni siquiera podía.
Luis Suárez, una retirada soñada
Después de una carrera soñada y de ensalzar su figura como el que para muchos es el mejor '9' de la historia, Luis Suárez tendrá una retirada soñada al lado de algunos de los mejores amigos que le ha dejado el fútbol. Tanto dentro del campo repartiéndose asistencias recíprocamente, como fuera del campo, compartiendo rato también entras familias, Messi, Suárez, Busquets y Jordi Alba afrontarán la etapa final de su carrera de nuevo juntos.
Antes del Gremio, además, Suárez ya cerró el círculo con unos meses vistiendo la camiseta de Nacional de Montevideo, donde debutó como futbolista profesional en el año 2005. Desde allí, y solo una temporada después de su debut, dio el salto en Europa para alistarse en las filas de un Groningen en el que estuvo solo un año antes de recalar, también en Holanda, en el Ajax.
Como no podría ser de otro modo, un histórico como el conjunto ajacied y un club que siempre ha sido una auténtica factoría de talento, suponía un escaparate ya muy importante para un delantero que, todavía con 20 años, ya demostraba una voracidad y un olfato de gol que le hacía diferente del resto de delanteros. En el año 2011, a sus 24, vistió por primera vez la camiseta del Liverpool, donde se erigió en un icono para, después de tres temporadas brillantes, llegar al FC Barcelona para alcanzar el cenit de su carrera.