Aleksander Lutsenko (Astana) ha conquistado en solitario la inédita cima del Monte Aigoual, meta de la sexta etapa del Tour de Francia, en la que el español Jesús Herrada (Cofidis) ha sido segundo y Adam Yates (Mitchelton) ha retenido el maillot amarillo.

Lutsenko ha cruzado la meta con un tiempo de 4h.32.34, en una jornada rápida en la que se ha rodado a 42 por hora. Por detrás, exhausto, ha entrado Herrada a 55 segundos, "apenado por haber visto opciones de ganar". El belga Van Avermaet y el americano Powlees (EF) a 2.15 minutos y los favoritos con Alaphilippe 1 segundo por delante a 2.52.

Otra jornada sin pelea entre los favoritos, tal vez empeñados en reservar fuerzas para las última semana. Día sin apuros para Adam Yates, que lució por primera vez el maillot amarillo. En la general le siguen los eslovenos Roglic y Pogacar a 3 y 7 segundos respectivamente y el resto de favoritos, con Bernal, Mikel Landa, Dumolin y Quintana a 13.

Lutsenko ha atacado en Lusette

El punto caliente del recorrido ha sido el Col de la Lusette, un primera inédito de 11,7 kms de carretera estrecha, bacheada, con tramos de grava y porcentaje medio del 7,6 por ciento y tramos del 10.

En las primeras rampas ha atacado primero Powlees para eliminar algunas unidades, pero la respuesta de Lutsenko ha sido contundente. Despegó en solitario y poco a poco fue abriendo una diferencia inalcanzable. Coronó el puerto con Herrada y 3 minutos de margen sobre un pelotón que dirigía el Ineos con Castroviejo de locomotora.

Lutsenko, buen contrarrelojista, ha encarado los últimos 10 kilómetros, que iban a desembocar en la meta inédita del Mont Aigoual (1.560 metros), no puntuable, poco exigente y de enorme belleza, ya que desde su cima que alberga la última estación meteorológica de montaña de Francia en funcionamiento.

A ese singular paraje llegó Lutsenko con honores, lanzando besos, gestos de ponerse el chupete y la alegría de alcanzar a sus 27 años la victoria más importante de su carrera, y la primera de la temporada. En la Vuelta se dio a conocer en 2017 ganando en Alcossebre.

El gozo en un pozo para Herrada: "Ha sido una pena porque lo vi cerca y lejos, las victorias en el Tour son caras, lo di todo al final pero me faltó fuerza", admitió el ciclista conquense.

En el grupo de favoritos aún se preocupó el Mitchelton de Yates en echar una mano en la última subida, con Mikel Nieve. Nadie se animó a alterar el orden. Solo Alaphilippe en los últimos metros arranco por el botín de 1 segundos. Bandera blanca entre los hombres de la general.

Este viernes nueva oportunidad para los esprinters con la séptima etapa que se disputará entre Millau y Lavaur, de 188 kilómetros.