El Real Madrid está a 90 o 120 minutos de su decimotercera Champions League. El último obstáculo de los blancos en su carrera hacia el título será el Liverpool.
Los caminos del Madrid y el Liverpool ya hace tiempo que se cruzan por Europa. Los dos equipos ya se encontraron en la fase de grupos de la Champions 2014/15 y en los octavos de la 2008/09. Pero el precedente con más vuelo es el de una final de la entonces denominada Copa de Europa. Aquel 27 de mayo de 1981 está grabado a fuego en la memoria de los madridistas más veteranos porque es la última final europea que no ganaron.
En París, en el Parque del Príncipes, Madrid y Liverpool se citaron en la última ronda para jugarse el título. Los ingleses llegaban a la final después de eliminar al Ouli finlandés, al Aberdeen escocés, al CSKA de Sofía y al Bayern de Munich. El Madrid hizo el mismo recorrido superando al Limerick irlandés, al Budapest Honved húngaro, al Spartak de Moscú y al Inter de Milán.
El Madrid ya tenía seis Copas de Europa. El Liverpool, dos. A pesar de la diferencia en el palmarés, la final fue muy igualada y no se desequilibró hasta el minuto 82, cuando Alan Kennedy hizo el primero y único gol del partido.
¿Un menosprecio?
El Liverpool no gana la Champions desde el 2005, cuando protagonizó uno de los partidos más espectaculares de la historia reciente del fútbol. La remontada contra el Milan, que iba ganando 0-3 al descanso, ya forma parte de todas las hemerotecas. Los reds no llegan a una final de la máxima competición continental desde el 2007, cuando perdieron contra el mismo Milan.
Once años después, los ingleses tienen a su alcance coser la sexta estrella en su pecho. El Liverpool, en su mejor momento de la temporada, ha interpretado como un menosprecio la camiseta conmemorativa del Madrid para la final de Kiev. Los jugadores blancos, después de eliminar al Bayern de Munich con polémica, se vistieron con el número 13, dando a entender que la final supondrá un trámite para acabar decorando sus vitrinas.
Los aficionados británicos, que no celebran un título desde el 2012, cuando ganaron la Copa de la Liga, saben que la venganza es un plato que se sirve frío. Y la historia, en esta ocasión, está teñida de rojo.