El Real Madrid parece una olla de grillos. El equipo ha pasado en sólo dos meses y medio de la euforia por la tercera Champions consecutiva a la incertidumbre por la falta de soluciones en los despachos. El verano blanco todavía puede empeorar.

La victoria del Madrid contra el Liverpool en la final de Kiev se difuminó sobre el mismo césped. Cristiano Ronaldo dinamitó el trofeo con unas declaraciones donde ponía en duda su continuidad: "Ya hablaremos del futuro. Ha sido muy bonito jugar en el Real Madrid". El tiempo ha demostrado que, esta vez, la amenaza de Ronaldo estaba fundamentada.

A las palabras del delantero portugués se sumó una renuncia sorpresa. Zinedine Zidane convocó una rueda de prensa después de la celebración en la Plaza de Cibeles para anunciar que dejaba el banquillo del Santiago Bernabéu. Zidane, después de tres años, tenía muy claros los motivos: "Pienso que este equipo tiene que seguir ganando y necesita un cambio, otro discurso y otra metodología de trabajo".

EFE

La venta de Ronaldo a la Juventus de Turín a cambio de más de 100 millones de euros dejó al equipo sin sus dos grandes líderes. El club tenía que reinventarse. Florentino Pérez tenía un problema: buscar a dos sustitutos de garantías.

El presidente del Madrid hizo las cosas tan mal con el entrenador que Julen Lopetegui ni empezó el Mundial de Rusia con la selección española. Las negociaciones a la espalda de la Federación Española acabaron con Lopetegui cogiendo un vuelo de Rusia hacia Madrid a sólo dos días del debut de la 'roja'. El comportamiento de Florentino se cargó un Mundial que acabó en los octavos de final de la peor manera.

El relevo de Ronaldo, en la primera semana de agosto, todavía es una incógnita. Neymar se queda en el París Saint-Germain, Mohamed Salah sigue en el Liverpool y Harry Kane no se mueve del Tottenham. Eden Hazard, predispuesto a dejar el Chelsea, no ha encontrado respuesta cuando ha llamado a las oficinas del Bernabéu. ¿El Madrid ha perdido poder de seducción?

Desde el club relativizan la influencia y el adiós de Cristiano Ronaldo, aunque ha acabado cinco de las nueve temporadas en el Madrid promediando un gol o más por partido. "No es un drama, sino todo lo contrario porque su ausencia nos permitirá dar pasos adelante", ha dicho Lopetegui desde Estados Unidos, donde el equipo agota los últimos días de la gira. Gareth Bale y Karim Benzema ya parecen mejores porque tendrán que repartirse su rol.

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Los problemas, sin embargo, no se acaban aquí. Luka Modric se estaría planteando seriamente dejar el equipo para fichar por el Inter de Milan, que le ofrecería una retirada dorada en China. La baja de Modric, Balón de Oro en el último Mundial, supondría un obstáculo insalvable. La estrategia de los representantes del futbolista podría desencadenar en una renovación millonaria o un traspaso sonado. El club, condicionado por el cierre del mercado de la Premier League el próximo 9 de agosto, podría quedarse sin alternativas.

Uno de los que también quiere marcharse es Mateo Kovacic, compatriota de Modric. El mediocampista, a sus 24 años, quiere tener minutos y sentirse importante. El futbolista ya tendría un pie y medio en el Chelsea, según apunta Marca.

El Madrid, que sólo ha firmado a Andriy Lunin, Álvaro Odriozola y Vinícius Júnior, necesita ofrecer más alicientes a la afición y ganar crédito. Sobre todo para cuando lleguen los malos resultados. Porque los problemas parece que sólo despiertan, con mucha fuerza, en Madrid.