Lejos queda ya aquel extremo derecho. Lejos queda ya que su principal característica fueran aquellos centros que se iban envenenando. Parecían demasiado los 58 millones de euros que se pagaron por un extremo al que se le pedía desborde y quien, acribillado por la presión, tenía dentro muchas cosas que decir más allá del corsé de la banda.
Con la llegada de Hansi Flick, el Raphinha de fuera ha quedado en agua pasada. El brasileño es la viva imagen del significado de coger al toro por los cuernos. Empuñó el brazalete de capitán, empezó a jugar por dentro y este fue el principio del comienzo. Raphinha renació.
El hat-trick de la meritocracia
La actitud, el compromiso y la mentalidad del de Porto Alegre nunca habían estado en duda. De hecho, son el cimiento de todo lo que significa Raphinha hoy. El brasileño renació a nivel táctico, renació a nivel colectivo y, no menos importante, renació a nivel social. No existe un solo aficionado del Barça sobre la faz de la tierra que no sienta devoción por él a día de hoy.
No hace tanto que el Raphinha que hoy conocemos, en forma de un jugador todavía en potencia, abandonaba su crisálida. Ya hace unas semanas que este nuevo Raphinha alzó el vuelo y ha sido este miércoles cuando ha tocado el cielo. El Bayern ha sido el verdugo del Barça en Europa en estos últimos años, y no precisamente con piedad, pero esta noche los blaugrana no tenían una cita con la venganza, tenían una cita con el orgullo.
El Bayern hirió el orgullo culé, lo dejó tendido en el suelo ante los que siempre lo habían querido pisotear y lo erigió en un rival blando en Europa. No obstante, hoy visitaba en la montaña olímpica a otro equipo. A un Barça que llegaba volando en el campeonato doméstico y con la frente muy alta. Además, lo hacía cuando Raphinha cumplía 100 partidos. Sea el destino, o sean las matemáticas, el capitán ha estado iluminado para marcar, en tres momentos de brillantez, tres goles que valen su peso en alivio por el rival que había delante.
Hoy cambia la película
El Bayern era el protagonista de la película de terror que tenía al Barça mirando entre los dedos. De hecho, incluso cuando hacía semanas que los culés disfrutaban de su equipo sin sufrir por el resultado final, la llegada de su bestia negra transmitía cierta inquietud. Sin embargo, algún día tenía que cambiar la película, pero todo ello no deja de ser un principio. Un principio en el que creer.