El día que las bolas del Real Madrid y del PSG coincidieron en el sorteo de los octavos de final de la Champions League todo el mundo dio por hecho que el nombre de Sergio Ramos sería uno de los destacados de la eliminatoria. El excapitán del Real Madrid, ahora jugador del PSG al salir rebotado del Bernabéu por decisión de Florentino Pérez, que no le renovó para fichar a David Alaba.

A la hora de la verdad, Sergio Ramos no ha podido jugar ni un minuto de la eliminatoria, por seguir arrastrando problemas físicos, pero aún y así decidió viajar a Madrid, volver a casa, para ver el partido desde la grada del Bernabéu. Durante las horas previas al duelo, se especuló con que al terminar el partido Ramos podría bajar al césped, pero lo que ocurrió en realidad sorprendió al mismísimo Florentino Pérez.

Karim Benzema, celebrando un gol en el Real Madrid-PSG / EFE

Sergio Ramos, como una sombra por el Bernabéu

Y es que Sergio Ramos llegó al Bernabéu, vio el partido y se fue. Ni siquiera bajó al vestuario a saludar a sus antiguos compañeros, de los que durante mucho tiempo había sido su capitán. Es cierto que las circunstancias, la remontada del Real Madrid contra el PSG, no invitaban a hacer ninguna aparición pública, pero en el club blanco entienden que Ramos podría haber tenido algún gesto, siempre alejado de los focos mediáticos.

De este modo, Florentino Pérez y la plantilla del Real Madrid han podido comprobar como Sergio Ramos se fue muy dolido del Santiago Bernabéu. Ni siquiera saludó a la afición, cuando una parte del público apostó por su continuidad. La actitud de Sergio Ramos ha generado una gran sorpresa en el Real Madrid, pues se esperaba que el jugador ya hubiera olvidado el enfado por su salida del club el pasado verano.

Sergio Ramos, jugador del PSG / EFE

El homenaje tendrá que esperar

Ahora falta por ver cómo se gestiona la futura relación entre el Real Madrid y Sergio Ramos. La idea de Florentino Pérez era dejar pasar un tiempo prudencial y después proponerle al central un homenaje, pues no quiere alargar su fama de presidente con el que las grandes leyendas se van por la puerta de atrás.

Parece difícil, pues Sergio Ramos está muy molesto, aunque desde el Real Madrid esperan que el tiempo acabe cerrando la herida y, entonces sí, sugerirle al excapitán del club blanco que se despida de la afición por la puerta grande, recibiendo una sonora ovación del madridismo que tanto lo llegó a idolatrar.

 

Imagen principal: Sergio Ramos prácticamente no está pudiendo jugar con el PSG por culpa de las lesiones / EFE