El Milán lleva tiempo presionando al Real Madrid para que quede claro que el equipo rossonero está interesado en quedarse a Brahim Díaz en propiedad después de contar con él en las últimas tres temporadas como cedido. Ahora, en la segunda y última temporada de su segundo préstamo en San Siro, valga la redundancia, llega el momento de la verdad. Una vez acabe esta temporada, el futuro del malagueño estará en el aire, y parece haber únicamente dos vías. La primera es la que cumpliría los deseos del Milan y del propio Brahim, que sería que se quedara en Italia.
Brahim Díaz prefiere quedarse en Italia antes que volver al Real Madrid
La segunda sería que el Real Madrid decidiera repescarlo y darle una oportunidad en la Casa Blanca. Brahim ha expresado en varias ocasiones que es muy feliz en Italia, donde ha logrado establecerse como titular en un equipo Champions y que lucha por los títulos nacionales. Incluso esta temporada, cuando empezó como suplente del belga Charles de Ketelaere, ha conseguido robarse esa posición de mediapunta por detrás de Olivier Giroud. "Es un gran futbolista, con enorme calidad y muy útil por nuestra manera de jugar. Quiero que se quede, por supuesto", expresó su entrenador Stefano Pioli en una entrevista con el Diario AS.
En este contexto, el responsable de dirigir las operaciones desde la órbita milanista es el mítico Paolo Maldini, que actualmente ejerce de director deportivo y que guarda una genial relación con Florentino Pérez. Aunque no ha habido ningún encuentro agendado y los clubes se han emplazado a discutirlo una vez acabe el mercado de invierno, en el Real Madrid saben que el Milan tiene la intención de pagar los 22 millones de la opción de compra que pactaron por él en su día.
Con Ancelotti no tendrá apenas oportunidades de triunfar
Esto puede no ser suficiente para seguir viendo a Brahim con el número 10 del Milan en su espalda, pues ambos clubes también pactaron que el Real Madrid tendría una opción de recompra por 27 millones. Es decir, por solo cinco millones, Florentino se aseguraría tener a Brahim a las órdenes de Carlo Ancelotti. Una idea que no apasiona en exceso al ex del manchester City. Sabe que con Ancelotti no tendrá apenas oportunidades porque, además, el dibujo que dispone no le ayuda.
Su mejor posición es la de mediapunta, una pieza que no existe actualmente en el Real Madrid. Podría jugar en banda, pero eso se complica con la presencia de Vinícius y Rodrygo Goes, que tienen toda la carrera por delante. En el centro del campo, Fede Valverde y, si se cumplen los planes merengues, Jude Bellingham, van a acompañar a Aurélien Tchouaméni durante el próximo lustro. Así pues, para su desarrollo personal es mucho mejor que siga en Milan, en un equipo con unas aspiraciones algo inferiores pero donde puede brillar mucho más. De momento, todo está paralizado. A partir de febrero se reactivarán los contactos.