No ha podido ser. Pep Guardiola no ha podido completar con la anhelada Champions League la maravillosa temporada de su Manchester City. El Chelsea de Tuchel, como ya había hecho en los dos últimos precedentes entre ambos equipos, ha impuesto su fútbol eléctrico en el estadio Do Dragao de Porto para ganar su segunda orejona y dejar al City con la miel en los labios. El sueño convertido en pesadilla. Los blues han tenido suficiente con un gol de Havertz poco antes del descanso, un pequeño desajuste defensivo de los citizens, para imponerse al conjunto de Guardiola, que en el segundo tiempo no ha podido doblegar la tela de araña tejida por Tuchel.
El Chelsea, superior en la primera parte
Pep Guardiola ha sorprendido con un cambio muy significativo en el once y en el planteamiento, dando entrada a Sterling por Fernandinho. Mayor presencia ofensiva con De Bruyne más retrasado a cambio de perder al stopper. Y no ha faltado demasiado tiempo para comprobar que la variación en la pizarra no le había salido bien. Sin mediocentro defensivo, el Chelsea ha encontrado huecos entre el centro del campo y la defensa citizen, con un Werner muy móvil y las clásicas conducciones portentosas de Kanté, lo que ha puesto en muchas dificultades al City.
El partido, eléctrico, ha empezado con un Chelsea superior y con un Werner ampliando su leyenda blue de estar negado de cara a la portería rival. En el minuto 10, el alemán, solo, ha disparado al aire un centro raso. Acto seguido, Werner ha disparado a las manos de Ederson cuando lo tenía todo de cara para marcar (13'), y solo un minuto después ha chutado al lateral de la red.
Ante la avalancha blue, Pep Guardiola se ha hartado de dar órdenes a sus jugadores, pidiendo líneas más juntas y posesiones más largas. Y poco a poco el City lo ha conseguido, igualando las fuerzas y empezando a acercarse a Mendy. La ocasión más clara ha sido para Foden, que cuando lo tenía todo para marcar, con un disparo del exterior del pie, ha visto como Rüdiger se cruzaba en el último instante. El ritmo también ha bajado mucho por la lesión de Thiago Silva, que ha tenido que abandonar el terreno de juego tras notar un pinchazo.
Y cuando parecía que se llegaría al descanso con el 0-0 inicial ha llegado el gol del Chelsea. Diagonal de Werner, que se lleva a su marcador y Mount ve el desmarque de Havertz para dejarlo solo ante Ederson. El alemán regatea al portero y marca a portería vacía.
El City, incapaz de romper el muro 'blue'
Tras el descanso, el partido ha dado un giro. De la intensidad de la primera parte se ha pasado al ritmo lento, con el Chelsea agazapado, en busca del algún contraataque, mientras el Manchester City intentaba encontrar algún hueco para poner a prueba a Mendy. Esta difícil tarea todavía se ha complicado más cuando De Bruyne ha tenido que irse del campo, aturdido, tras un terrible choque con Rüdiger.
Y para terminar de completar las malas noticias para el City, ha llegado la polémica arbitral, un más que posible penalti de James, que ha despejado un disparo lejano con el brazo, que para Mateu Lahoz había tocado antes en el pecho.
El nuevo escenario se ha ido intensificando a medida que pasaban los minutos y en el minuto 73 el Chelsea ha perdonado el 0-2, en un excelente contraataque dirigido por Havertz que Pulisic ha finalizado con un disparo demasiado cruzado (73'). La respuesta ha sido un centro atrás de Sterling que no ha encontrado rematador.
En el tramo final, el Manchester City lo ha intentado de todas las formas posibles, con pases en largo, internadas por las bandas y acciones en combinación, pero no ha sido posible. El Chelsea ha sido un muro, hasta el pitido final. El sueño tendrá que esperar.