Todos los augurios anuncian un fin de semana triunfal para Marc Márquez en el GP de Australia. Phillip Island es una de las citas que el piloto de Cervera espera cada año con ímpetu. Las complicadas condiciones meteorológicas que suelen acompañar el circuito australiano colocan a Márquez, al rey del caos, como el gran favorito para llevarse la victoria. Y lo ha empezado a demostrar ya en los libres del viernes, que ha dominado con mano de hierro por delante de su hermano Álex y de Marco Bezzecchi.
Un Márquez sin presión quiere conquistar Phillip Island
Marc Márquez vive sin presión, los que se la juegan en este tramo final de campeonato son Jorge Martín y Pecco Bagnaia, que se disputarán el Mundial hasta el último Gran Premio de la temporada. El piloto de Cervera vive ajeno a esta lucha, pero todos lo conocemos: nunca regalará nada, como hemos visto a lo largo de toda su carrera. Y Phillip Island es una oportunidad única, un circuito de izquierdas y caótico, una simbiosis que se puede adaptar a la perfección a su Gresini y, sobre todo, a su estilo de pilotaje.
De hecho, el viernes ha acabado de forma inmaculada para él, firmando el tiempo más rápido, con un 1:27.770. El rayo de Cervera ha ido mejorando su tiempo de forma progresiva y solo su hermano Álex ha podido aguantarle el ritmo. Sin embargo, ha sido insuficiente para superar su registro. Marco Bzzecchi ha acabado tercero, mientras que Jorge Martín y Pecco Bagnaia, que han tenido un duelo particular también en esta jornada, se han adjudicado la tercera y la cuarta posición, respectivamente.
Marc Márquez no rechaza el papel de favorito
Después de los entrenamientos del viernes, Marc Márquez ha aparecido ante los medios de comunicación y no ha huido del papel de favorito. "Ya lo dije ayer y no me escondo. Sobre el papel, estadísticamente, esta pista tiene que ir mejor que las otras o es de las que me favorecen. Pero lo tienes que cuadrar todo porque ya se ha visto este año que pistas que me favorecen tampoco significa buen resultado", explica el piloto catalán.
Pero a pesar de estas palabras, Márquez sabe que a lo largo del fin de semana las cosas se pueden ajustar: "Hoy ha ido bien. Podemos decir que eran mis condiciones. Especialmente porque uno de mis puntos fuertes es adaptarme rápido a las condiciones y el hecho de no rodar en el primer libre e ir directos a la práctica, la adherencia de la pista iba mejorando mucho, de manera que había que adaptarse rápido a las condiciones. Me he sentido bien, pero espero que mañana, la diferencia con los otros, especialmente con Martín, sea menor".