El adiós de Marc Márquez con Honda parece haber generado un precedente. El piloto de Cervera ha abierto la veda después de su divorcio con la marca japonesa después de 11 años yendo de la mano, en la que ambos se han beneficiado mutuamente y han logrado ganarlo todo. Sin embargo, de un tiempo a esta parte, el ocho veces campeón del mundo ha experimentado una situación que nunca antes se habría imaginado. Y es que su moto, no era todo lo competitiva que deseaba, además de sentirse inseguro sobre la Honda, que es muy inestable, la cual cosa ha supuesto que haya decidido abandonar la escudería, de mutuo acuerdo.
El catalán correrá, gratis, en Gressini, junto a su hermano Alex en 2024. De esa manera se subirá a lomos de una Ducati, que a priori le permitirá volver a luchar por el campeonato y, en caso de conseguirlo, igualar a su archienemigo Valentino Rossi, con 7 mundiales en la categoría reina y 9 en total. No obstante, Marc se guarda un as bajo la manga, habiendo firmado únicamente por una temporada con la marca italiana, y es que como dijo su hermano, si las cosas no van bien, apunta a su retirada.
Marc Márquez genera un precedente
Viendo la valentía de Marc Márquez, que ha dicho adiós a una relación de aquellas que parecía interminable, se ha generado un gran revuelo en la parrilla. Su marcha de la marca del ala dorada, ha generado un vacío que los japoneses ya saben que deben cubrir, y todo ello supone un efecto dominó que mantiene en vilo al paddock.
No obstante, como decíamos, el de Cervera ha podido sentar un precedente, y es que no ha sido el único con problemas en su equipo, y ya hay algún que otro piloto pensando en seguir los pasos del campeón del mundo. De hecho, el protagonista en cuestión también ha conquistado el mundial de MotoGP y, precisamente, lo hizo con una moto japonesa.
Y es que en el país nipón, después de ser grandes dominadores durante varios años del motociclismo, están atravesando por un duro momento, porque Yamaha tampoco ha dado con la tecla para volver a ser competitivos. En este caso, y como le ocurriera a Márquez, es Fabio Quartararo el que está pagando las consecuencias.
Fabio Quartararo, divorcio a la vista
"Yamaha necesita 15 inviernos para estar al mismo nivel que el resto de rivales", con estas duras palabras el francés habló sobre la situación que está viviendo sobre la moto japonesa. Una declaración de intenciones por parte del campeón del mundo de MotoGP en 2021 que invita a creer que o Yamaha se pone las pilas, o Quartararo puede seguir el camino que ya ha andado Marc Márquez.
El Diablo es muy crítico con el rendimiento de su moto y se muestra pesimista de cara a la próxima temporada. "No hay puntos positivos este fin de semana, yo no encuentro ninguno. Soy un piloto que intenta adaptarse a la moto, pero este fin de semana las cosas fueron tan mal que tuvimos que hacer algo nuevo en pista porque en la moto lo intentamos todo", dijo el francés tras la desastrosa actuación en Philip Island.
"El chasis del año pasado era mágico, podías hacer lo que quisieras con la moto, que era lenta, pero tomaba las curvas increíblemente bien. Ahora sigue siendo lenta, pero además ya no gira en las curvas como antes", aseguró Quartararo antes de añadir que "hemos dado algunos pasos adelante con el motor, pero los demás también. Así que la diferencia es la misma". Una situación que queda lejos ya de aquel 2021, cuando el francés se impuso al resto de competidores para convertirse en campeón del mundo. En 2022, después de la remontada de Pecco Bagnaia, Yamaha no ha vuelto a levantar cabeza.