Marc Márquez ha llegado a Ducati a lo grande, como solo él sabe hacer. La expectación generada alrededor del box de su nuevo equipo, el Gresini, era tal que los componentes de la marca de Faenza tuvieron que apartar a los curiosos, y a los periodistas, que se agolpaban en las puertas del garaje cuando, por fin, un 28 de noviembre, el catalán iniciaba el camino de una nueva aventura, y se subía a la Desmosedici GP23.

La gran incógnita de la temporada era saber si el estilo de pilotaje del ocho veces campeón del mundo podría adaptarse a su nueva moto, unas dudas que se encargó de resolver rápidamente, cuando con apenas unas vueltas ya demostró que su nueva amiga le llevará por el buen camino. Marc registró el cuarto mejor tiempo de los tests de Valencia, confirmando que estará de nuevo en la lucha por el título.

Marc Márquez en los tests del Ricardo Tormo con Gresini / Foto: Europa Press

Márquez vuelve a sonreír...

A pesar de no poder contar con la última actualización de la GP23, como así aseguró Gigi Dall'Igna, el ilerdense no tendrá problemas en luchar por el que sería su noveno campeonato del mundo, el séptimo en la categoría reina, e igualar así a Valentino Rossi.

La sonrisa de Márquez al bajarse de la moto lo decía todo, un gesto que no habrá gustado nada al resto de escuderías, ni siquiera a los pilotos Ducati, conscientes que con la vuelta del mejor Marc, tendrán un nuevo rival muy duro a batir.

Marc Márquez sale del box de Gresini en su nueva Ducati / Foto: EFE

Aunque especialmente afectados se habrán visto los responsables de KTM, la primera en la lista de mayores perjudicados por la vuelta del ilerdense a los puestos de cabeza. La marca austriaca, que cuenta con Brad Binder y Jack Miller en el equipo oficial, también tiene a la próxima gran promesa del motociclismo, Pedro Acosta, y al mejor rookie de este año, Augusto Fernández.

... y en KTM se arrepienten

La plantilla de KTM cuenta con pilotos de auténtico nivel, de hecho, tanto es así que se han visto obligados a prescindir de un ilustre como Pol Espargaró, que pasará a ser probador de la escudería, así como podrá hacer algunos wild car como invitado.

Dani Pedrosa en el GP de Jerez / Foto: EFE

Con todo este embrollo, a KTM no le quedó más remedio que rechazar el fichaje de Marc Márquez al no estar seguros del encaje que podía tener el octocampeón del mundo en su proyecto. Mal momento para dudar de los austriacos, porque con una buena moto, el ilerdense es capaz de todo.

Tras ver la primera toma de contacto de Márquez con su Ducati, Dani Pedrosa, que sigue colaborando con KTM, habló en la web de MotoGP sobre los tiempos de Marc en los tests: "Lo primero que vi tras sus primeras vueltas fue su sonrisa. Eso no son buenas noticias para la competencia. Como todo el mundo estaba esperando verlo en la moto y tenía curiosidad por verlo con su moto". Ahora, en KTM, se arrepienten.