Aunque Marc Márquez ya puede competir, el de Cervera no está al 100%. Desde que sufrió aquella fatal caída en el Gran Premio de Jerez en 2020, el catalán ha tenido que pasar tres veces por el quirófano y todavía no tiene el brazo recuperado del todo. Ahora, en una entrevista con el diario The Guardian, se ha confesado sobre sus miedos y sus sensaciones actuales.
Undécimo en la clasificación
Márquez estuvo alejado del asfalto nueve meses y volvió a la competición el pasado mes de abril. Es undécimo en la clasificación del Mundial, atípico en toda su carrera, pero ha sido capaz de imponerse y ser campeón en un Gran Premio esta temporada, concretamente en Alemania.
El proceso de recuperación fue largo y hubo momentos de miedo: "Tenía miedo de no tener un brazo normal. Hubo un momento en octubre-noviembre en el que no era capaz de coger una botella de agua, me esforzaba por comer, no era capaz de mover el brazo de forma normal. Tenía miedo".
"En estos momentos difíciles necesitas mostrar tu potencial"
Ante esta adversidad, Márquez se hizo más fuerte y encontró la manera de motivarse. "Mi motivación es más alta que antes porque es la primera vez que tengo un momento muy difícil en mi carrera. En estos momentos difíciles necesitas mostrar tu potencial. En los buenos momentos todo el mundo está feliz y sonriente, en los momentos difíciles hay que luchar. La forma más fácil sería detenerme y volver cuando me vea listo en uno o dos años. Pero este no es mi estilo. Mi estilo es intentar sufrir para mejorar y volver. Y disfrutarlo sobre la moto. Ahora no lo estoy disfrutando, ahora estoy sufriendo", ha explicado al diario británico.
El de Cervera siempre se ha caracterizado por una conducción arriesgada y de ir al límite y este estilo lo ha hecho ganar ocho Mundiales. Ahora, echa de menos el triunfo: "Echo de menos todo el rato la sensación de la victoria. Cada vez que ganas es como una droga, pruebas más y quieres más, pruebas más y quieres más". Y ha añadido: "Es muy duro aceptar que todos los otros son más rápidos que tú, pero tienes que darte cuenta de dónde eres y hacia dónde vas".
En la última carrera, el catalán iba por muy buen camino e incluso iba líder del Gran Premio. La lluvia perjudicó los pilotos y la gran mayoría entraron a cambiar sus motos. Con el cambio ya hecho y queriendo arriesgar, Márquez cayó y perdió la ventaja que disfrutaba. A pesar de la caída, volvió a subir a la moto y acabó la carrera en decimoquinta posición.