No fue el mejor día para Marc Márquez, el pasado fin de semana en el TT de Assen. El octocampeón del mundo sufrió sendas caídas, en la Q2, cuando buscaba la pole position, y luego en la carrera al esprint, que le hizo perder una gran cantidad de puntos respecto a Pecco Bagnaia, que hizo un gran doblete que le permite acercarse a 10 puntos del líder, Jorge Martín. Además, en domingo en carrera larga, las cosas tampoco fueron demasiado bien para el '93', que acabó en cuarta posición, pero fue penalizado por la presión del neumático, con 16 segundos, lo que le llevó hasta la décima posición.
Se puede decir que, y perdónenme por el chascarrillo, Márquez ya está notando la presión de fichar por Ducati. Sea como fuere, el primer día del resto de su vida, tras el anuncio oficial de su llegada al equipo de Borgo Panigale, no salió como se esperaba, completando un fin de semana negro para sus intereses. Porque Pecco Bagnaia, su principal rival en el box rojo, fue el gran triunfador, mandándole un mensaje al que, desde ya, es uno de sus mayores enemigos, puesto que no lo quería como compañero en el garaje.
Márquez ya vive la pesadilla de su fichaje por Ducati
Así pues, Marc Márquez no ha empezado con buen pie su andadura en Ducati porque, no nos engañemos, desde el anuncio de su fichaje, el ilerdense sabe que ya ha empezado el juego psicológico respecto a sus rivales el año que viene, aunque el Mundial de 2025 no ha empezado oficialmente, sí lo ha hecho tanto para Bagnaia como para el tro de Cervera. El piloto ilerdense no se puede permitir más 'errores' como los del pasado fin de semana, si quiere seguir siendo candidato al título con una moto satélite.
Por otro lado, vio como otro de los grandes damnificados de su fichaje por Ducati, Enea Bastianini, también le arrancó las pegatinas de su Desmosedici GP23, con un adelantamiento que levantó algo de polémica, y que demuestra que el de Rímini irá a muerte contra el catalán. Y es que, cuando el italiano adelantó al de Gresini, ambos se tocaron, lo que llevó a Márquez fuera. Un hecho que luego criticó en rueda de prensa, tras conocerse su sanción de 16 segundos por llevar la presión de los neumáticos más baja de lo establecido.
Italia se levanta contra Marc Márquez
"Me toqué con Enea Bastianini. Eso me llevó fuera, y al volver, tardé dos vueltas en recuperar para estar tranquilo, y en esas dos vueltas bajó la presión. Lo puedo controlar todo menos un contacto con otro piloto", dijo un Marc Márquez muy enfadado tras conocer la decisión. El fin de semana de Assen es una clara muestra de lo que se va a encontrar el piloto catalán durante el año que viene, en lo que será una constante cacería hacia él. Porque a Pecco Bagnaia, habrá que sumarle un Bastianini muy molesto y un Jorge Martín que querrá demostrar a Ducati que se equivocaron.