Lamine Yamal tiene 17 años, sí 17. Puede sonar repetitivo, pero no por eso se tiene que dejar de valorar lo que está consiguiendo este adolescente en el mejor escenario del mundo, un clásico Madrid-Barça. Solo le han dejado 60 minutos a causa de la expulsión de Szczęsny, un hecho que no le ha gustado, como cuando al niño o niña que juega a fútbol al patio de la escuela le dicen que tiene que volver a clase antes de tiempo. Una hora de juego en la que ha tenido suficiente para poner el partido patas arriba. En el minuto cinco, ha visto cómo el que probablemente será su máximo rival durante los próximos años, Kylian Mbappé, ha adelantado al Real Madrid con un golazo. Y lejos de esconderse y asumir que por edad y contexto el francés es superior, ha decidido que esta era su noche.

Alejandro Balde y Lamine Yama celebrando el gol en la Supercopa de España / Foto: EFE

Lamine Yamal solo sabe marcar goles bonitos al Madrid

Con el marcador en contra desde el minuto 5, el Barça no se ha dejado hundir por un resultado que no reflejaba lo que se estaba viendo en el terreno de juego y Lamine Yamal tampoco. Nada más llegando al minuto 21, Robert Lewandowski, veterano de mil batallas, se ha disfrazado de centrocampista para dar una asistencia maravillosa a su compañero 20 años menor que él. A partir de aquí, el dorsal 19 ha conducido el balón como hace unos años también lo hacía un argentino con el 10 en la espalda, Leo Messi.

Las comparaciones son odiosas, pero a veces necesarias, y el gol del extremo blaugrana ha recordado en fondo y forma a los tantos y tantos goles que Messi ha hecho con el Barça. Con el esférico cosido en el pie, dejando rivales atrás y colocándola ajustada al palo, imposible incluso para un Courtois el cual ha renegado con la cabeza como si pensase en voz alta 'otro jugador así no, por favor'.

La expulsión frena la fiesta de Lamine Yamal

El Barça ha bailado al Madrid, marchándose 1-4 al descanso con un Lamine Yamal que flotaba sobre el césped. Cada regate, cada pase y cada toque generaba la expectación en el estadio y no era para menos. Es un jugador diferente, destinado a marcar la diferencia y ya ha marcado dos goles al eterno rival, bien, serían tres, ya que, como explicó el mismo jugador en una entrevista, le negaron un gol legal la temporada pasada en el Bernabéu. Aunque con este ritmo, todo apunta que en Lamine Yamal le caerán los goles en los clásicos en los próximos años. Quien sabe si hoy hubiera podido marcar alguno más si Szczęsny no se hubiera marchado expulsado por una falta a Mbappé en el minuto 57. En estas circunstancias y teniendo en cuenta que el duelo se estaba poniendo cada vez más físico, Flick ha decidido que el joven futbolista de Rocafonda tenía que ser el sacrificado en ataque.

 

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