Marcelino ha tomado una decisión firme: no quiere a Ansu Fati en el Villarreal. El técnico asturiano ha rechazado la posibilidad de incorporar al atacante del FC Barcelona en el próximo mercado invernal, considerando que no tiene el nivel físico ni competitivo necesario para reforzar al Submarino Amarillo. Esta postura supone un revés para los planes del Barça, que busca desesperadamente una salida para Ansu en enero, pero que sigue encontrando puertas cerradas.
La principal preocupación de Marcelino es la fragilidad física del jugador. Ansu Fati ha arrastrado problemas físicos desde hace varias temporadas, y su reciente lesión, que le mantendrá fuera de los terrenos de juego durante al menos cuatro semanas, ha sido la gota que colmó el vaso. El técnico del Villarreal considera que no puede permitirse apostar por un jugador que no garantiza continuidad en un equipo que ya cuenta con un ataque sólido y competitivo.
En el Villarreal, la línea ofensiva está bien cubierta con nombres como Gerard Moreno, Barry, Yeremy Pino, Pépé, y Ayoze Pérez, jugadores en los que Marcelino confía plenamente. Incorporar a Ansu Fati, que no solo está lejos de su mejor versión, sino que también tendría que recuperar ritmo y confianza tras sus lesiones, no parece una decisión lógica para el técnico. Además, el asturiano prioriza perfiles que puedan adaptarse de inmediato a las exigencias del equipo, algo que, en este momento, no ve en Ansu.
Por su parte, el FC Barcelona enfrenta un problema importante con el futuro del canterano. El club había depositado grandes esperanzas en él, pero sus constantes problemas físicos y la falta de continuidad han hecho que pase de ser una de las mayores promesas del fútbol mundial a un jugador al que ahora intentan colocar en el mercado. Sin embargo, encontrar un equipo dispuesto a apostar por Ansu Fati en su estado actual no será tarea fácil.
El rechazo del Villarreal evidencia que Ansu tiene un camino complicado por delante para recuperar su mejor versión. Tanto el Barça como el jugador deberán trabajar juntos para buscar una solución en enero, ya sea con una cesión a un equipo que le permita acumular minutos y recuperar confianza, o incluso una venta que beneficie a todas las partes. Por ahora, el panorama no parece alentador.
Mientras tanto, Marcelino continúa apostando por la solidez de su actual plantilla, convencido de que no necesita arriesgarse con fichajes innecesarios. El mensaje es claro: en el Villarreal, solo tienen cabida los jugadores que pueden ofrecer garantías inmediatas, y Ansu Fati, al menos por ahora, no encaja en esa categoría.