No se entiende el Real Madrid de la última década sin Marcelo haciendo diabluras desde el perfil izquierdo. El brasileño llegó a España en el mercado de invierno de la temporada 2006-2007, cuándo ni siquiera llegaba a los 20 años de edad.
El declive de una leyenda
Abandonó el Fluminense y llegó a la capital de España prácticamente como un desconocido, y a medida que pasaban los años su importancia en el equipo era mayor, hasta que llegó a convertirse en uno de los mejores en el planeta en su posición, y el mejor de la historia en el Real Madrid, compitiendo codo con codo con su compatriota Roberto Carlos.
Pero en las últimas temporadas, lastrado por su físico, la importancia de Marcelo ha ido decayendo hasta ser un futbolista residual, pese a ser el primer capitán de la plantilla. Él mismo sabe que esta será su última temporada de blanco. El 30 de junio de 2022 acaba su contrato, el Madrid no le va a renovar y él lo sabe y lo entiende. Llegó siendo un adolescente y se irá con 33 años, y es por eso que quiere y espera una despedida a la altura.
Florentino no quiere repetir errores pasados
Florentino Pérez y el Real Madrid no quieren cometer el error de despedir a una de sus estrellas de malas maneras, como pasó con Iker Casillas o Raúl González, y desde la entidad madrileña ya trabajan para brindarle una despedida acorde a lo que ha significado para el madridismo.
Marcelo, hasta el día de hoy, ha ganado un total de 22 títulos como jugador del Madrid, y ha jugado más de 500 partidos con la camiseta blanca. Pero lleva dos temporadas jugando muy poco y la situación ha empeorado con Carlo Ancelotti, que prácticamente no cuenta con él.
Predicando con el ejemplo
El titular en su puesto es el francés Ferland Mendy, pero cuándo el ex del Lyon ha estado ausente, su puesto lo han ocupado el canterano Miguel Gutiérrez, David Alaba, o incluso Nacho, a perfil cambiado. De hecho, esta temporada, Marcelo solo ha participado en tres partidos de liga, uno como titular, y en dos de Champions, en ambos saliendo desde el banquillo con el marcador ya decidido.
Pero todo esto no ha hecho que Marcelo levantara la voz ni ejerciera de mal capitán. No es fácil que alguien acostumbrado a jugarlo todo asuma que ya no le toca ser importante y Marcelo lo ha hecho. A final de esta temporada, Madrid y Marcelo separarán sus caminos. Habrá que ver si es un adiós o un hasta pronto.