El Real Madrid es un mar de dudas. El club blanco no convence en su estreno y tiene algún problema añadido más. Marco Asensio es protagonista en el Clásico contra el Barça disputado en Las Vegas y pasa la primera factura. Seguro que el último capítulo con el futbolista mallorquín no acaba sin consecuencias. Y desde el Real Madrid ya empiezan a pensar en lo peor.
Asensio, de los mejores del Real Madrid en el Clásico
El caso es que el Real Madrid perdió contra el Barça y, encima, Asensio fue suplente. El extremo balear esperaba ser titular en el Allegiant Stadium, pero tuvo que esperar su turno desde el banquillo. Vio cómo Raphinha se exhibía y el Barça pasaba la mano por la cara de su equipo.
Es cierto que el Real Madrid se estrenaba esta temporada y que todavía no tiene rodaje de competición, pero cuando Asensio dispuso de minutos, él solo cambió el partido. Asensio entró en el campo al descanso, ya con el marcador en contra, pero tanto como falso 9 porque jugó en el sitio de Hazard, como cuando cayó a la banda, su rendimiento fue de los mejores del Real Madrid.
En la segunda parte poco de lo que se salvó del conjunto blanco fueron las intervenciones de Asensio. Activo, combinando y con llegada a la portería rival. Incluso, estuvo a punto de empatar el partido. Sin embargo, no pudo marcar el gol de la salvación. Fue uno de los destacados claros del partido.
Asensio tiene el mismo papel de siempre
Asensio montó su propio show futbolístico y estuvo a la altura de un Clásico mucho más animado del esperado. Pero también vio cómo su papel no ha cambiado ni un poco. Carlo Ancelotti le mandó un mensaje claro: su rol seguirá siendo el de siempre y seguirá siendo suplente de manera habitual.
Asensio tiene muchos futbolistas delante suyo y ya puede ir esperando sentado las pocas oportunidades para demostrar su talento. Y a pesar de ser uno de los mejores del Real Madrid, parece que Ancelotti tiene muy claro que su papel no cambiará por media parte decente.
Así pues, el enfado de Asensio podría traer consecuencias inmediatas. Si ya hace tiempo que está avisando que quiere protagonismo y que si no lo tiene se podría declarar en rebeldía o forzar su salida, parece que los hechos hablan por sí solos. Ahora Asensio tendrá que meditar qué hacer. Sobre la mesa tiene las opciones de marcharse, quedarse y renovar, o marcharse libre en el 2023.