Con Vitor Roque por fin presentado, el Barça no quiere dar por cerrado el mercado de invierno. El margen salarial es escaso, pero las necesidades de la plantilla obligan a buscar formas de inscribir a los refuerzos que el equipo se puede permitir. Una de las posiciones donde el club quería traer a un nuevo jugador es el mediocentro. Con la lesión de larga duración de Gavi y el decepcionante rendimiento de Oriol Romeu, Joan Laporta sabe que el centro del campo culé necesita un jugador que lo dirija desde la base.
Ante la falta de recursos para fichar, cualquier ingreso es bueno para mejorar el Fair-Play Financiero del club. Y la mejor forma de que entre dinero es la venta de jugadores. Tanto por el precio que se puede sacar por su venta, como por el salario que liberan. Y la carpeta de salidas empieza por vender a los jugadores que no cuentan para Xavi Hernández, entre los que se encuentra Marcos Alonso.
Marcos Alonso, descartado
El lateral madrileño llegó la pasada temporada para dar relevo a Jordi Alba. La irrupción de Alejandro Balde le impidió contar con más minutos en su posición, pero las bajas en el centro de la defensa le obligaron a jugar en muchas ocasiones como central. Esto le permitió disputar 37 partidos en toda la temporada, unos números impensables para un jugador que estaba llamado a ser el tercer lateral izquierdo.
Esta temporada, en cambio, no está teniendo la misma presencia. Entre Liga y Champions, ha jugado siete partidos, sumando 300 minutos entre todos ellos. La llegada de Joao Cancelo, que puede jugar en ambas bandas, y de Íñigo Martínez le han convertido en un jugador prescindible para Xavi. Además, el jugador tendrá que pasar por quirófano para solucionar los problemas lumbares que le estaban afectando durante las últimas semanas.
La lesión impide su venta
Esta lesión rompe completamente los planes del Barça. No por su importancia en la plantilla, sino por ser uno de los jugadores con los que Deco esperaba recibir ingresos. No muchos, dado que se trata de un jugador de 33 años, pero sí los suficientes para liberar espacio salarial. Con el Atlético de Madrid como principal interesado, esta lesión que lo tendrá dos meses de baja descarta su venta.
Sin la posibilidad de contar con él durante este periodo, ningún equipo se interesa ya por su fichaje. Es decir, que el Barça tendrá que mantenerlo en plantilla hasta el próximo 30 de junio, cuando finalice su contrato. Teniendo en cuenta la poca importancia que ha tenido esta temporada, no se prevé que amplíe su contrato.